Cuernavaca, Mor.

Vecinos de la ampliación Amador Salazar manifestaron que el Paso Exprés (al que llaman paso estrés) se ha convertido en una pesadilla. Llevamos siete días sin descansar porque los trabajos son de día y de noche. Estamos más estresados que los automovilistas que circulan por este paso lento, no exprés, como lo bautizaron las autoridades, reprochó Idelfonso Sánchez Nonato.

El entrevistado tenía un taller mecánico, el cual debió cerrar en diciembre pasado, debido a que las constructoras Aldesem, de Grupo Aldesa, y Epccor, edificaron una de las bardas del Paso Exprés frente a su casa y la de otros cinco vecinos, a unos metros de donde se formó un socavón donde perecieron dos personas.

Catalina Martínez, vecina del andador Mitre, donde dichas empresas y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes también provocaron daños con las obras de ampliación de la Autopista del Sol, de 4 a 10 carriles, dijo que no han podido dormir en una semana y que por ello algunos han faltado al trabajo.

“Estamos en la incertidumbre porque la SCT no ha dicho cómo va reparar esta obra. Ya dijimos hasta el cansancio que queremos un viaducto que deje pasar bien por debajo (del Paso Exprés) las aguas pluviales y residuales que bajan del centro de la ciudad

Vemos que lo que están haciendo hora no servirá, pues se volverá a tapar el drenaje y el agua se sigue trasminando a los cimientos de la obra, alegó Martínez.

Explicó que en el andador Mitre viven unas 20 familias, que no pueden dormir por el ruido de las máquinas y las vibraciones que cimbran sus viviendas.