La exposición Monsiváis y sus contemporáneos, montada en el Museo del Estanquillo, recupera el quehacer de promotor e impulsor de empresas culturales desarrollado por el autor de Días de guardar y Amor perdido.

Con esa muestra que ocupa dos pisos El Estanquillo da por concluidas las actividades organizadas para conmemorar el décimo aniversario del recinto que se cumplió el pasado 23 de noviembre.

Como parte de los festejos, primero se abrió al público Los rituales de Carlos: homenaje a Monsiváis y sus manías, muestra alusiva a la labor del escritor como cronista y coleccionista. Monsiváis y sus contemporáneos (sin relación con el grupo Los Contemporáneos) lo recupera como hombre de letras al repasar su trayectoria profesional por medio de sus empresas culturales, expresó en rueda de prensa Henoc de Santiago, director del Museo del Estanquillo.

La exhibición, entonces, no sólo es un homenaje al autor de Escenas de pudor y liviandad, sino también a los personajes con los que promovió revistas, suplementos culturales y ediciones, como Sergio Pitol, Vicente Rojo, José Emilio Pacheco, Fernando Benítez, Carlos Fuentes, Elena Poniatowska, Gabriel García Márquez, José Luis Cuevas e Iván Restrepo. Todos los que lo acompañaron y fueron sus cómplices, aseguró De Santiago.

Es una exposición ilustrativa, didáctica, que muestra a las nuevas generaciones esta época de oro de la cultura, parafraseando a esa etapa del cine mexicano, añadió el director del Estanquillo. Además, comprende obra que se exhibe por primera vez en el recinto. Muchas de las fotografías incluidas provienen del archivo personal de Beatriz Sánchez Monsiváis, prima del homenajeado.

Personaje un poco encasillado

Evelio Álvarez Sanabria, subdirector del museo, fue tajante: De vivir Monsiváis, esta exposición jamás se hubiera hecho porque rinde homenaje a su figura, algo que odiaba. Cuando tuvimos la muestra de miniaturas, construimos una maqueta de Gabriel Vargas en la que Carlos come a la mesa donde está la familia Burrón. A pesar de ser una caricatura que en poco se le parecía, Carlos nos pidió que tapáramos por lo menos su rostro. Le pusimos una máscara hecha con papel de estraza.

Para Francisco Vidargas, curador de la exposición, “a Carlos lo tenemos un poco encasillado en el tema del cronista de la ciudad, del gran participante en movimientos políticos y sociales, la conciencia de México.

Todos sabemos que Carlos fue un gran intelectual toda su vida, sin embargo también fue un promotor e impulsor de empresas culturales, aspecto que recupera la muestra.

El recorrido se inicia con Carlos antes de Monsiváis que se centra en su formación periodística y su participación en suplementos como México en la cultura y La cultura en México, dirigidos por Fernando Benítez, quien bautizó como La Mafia al grupo integrado por Monsiváis, José Luis Cuevas y Fuentes. Este apartado también rescata del olvido su incursión en 1965 como letrista en el grupo de rock sicodélico Los Tepetatles, una parodia de The Beatles. Pensado para presentarse en el centro nocturno El Quid, contó con la voz de Alfonso Arau, el tecladista Julián Bernt, el bajista Marco Polo Tena, así como Vicente Rojo y José Luis Cuevas en el arte visual. Era una época de ingenio desbordado y mucho humor.

Las otras secciones son Empresas editoriales, El cine y la crítica, Por mi madre bohemios, Ateneo de Angangueo, ...Y con ustedes (analiza su relación con los artistas del espectáculo y la canción vernácula), Los privilegios de la mirada e Y la redacción se despide. En Los privilegios de la mirada se hace evidente que aparte de coleccionista, Monsiváis tenía un ojo entrenado para ver el arte. Hay obra de Leonora Carrington, José Luis Cuevas, Leopoldo Méndez, Carlos Mérida y Francisco Toledo, así como fotografía y caricatura. También se incluyen 10 videos en que dan testimonio sus amistades y colaboradores. La muestra termina con la última gran empresa cultural de don Carlos: el Museo del Estanquillo.

La exhibición dedica media docena de vitrinas al trabajo periodístico de Monsiváis publicado en La Jornada, tanto en la edición diaria como en suplementos.

(El Museo del Estanquillo se ubica en Isabel la Católica 26, Centro Histórico. La entrada es gratuita.)