Buenos Aires.

La decisión del gobierno del presidente argentino, Mauricio Macri, de aumentar desde este domingo el precio del combustible en seis y siete por ciento, causó una fuerte conmoción y diversos sectores denuncian que volverá a disparar la inflación sin freno, que está llevando a la situación social a un camino sin salidas. Esto sucede en el marco de denuncias por el aumento de la represión contra las movilizaciones de trabajadores y organizaciones sociales, que esta semana aumentarán ante la falta de respuesta del Ejecutivo a la crisis en el país.

El gobierno acaba de suspender las negociaciones con los trabajadores del Estado que solicitaban aumentar el salario mínimo de poco más de 8 mil pesos a 14 mil, cifra que aún está por debajo de la canasta familiar.

Mientras, el suicidio de un jubilado de 91 años que el pasado jueves se disparó en la cabeza en una oficina de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) provocó un paro general el pasado viernes de los Trabajadores de la Asociación del Personal de los Organismos de Previsión Social (Apops).

El sucidio y las escenas de miles de jubilados haciendo largas filas porque fueron citados para que presentaran una serie de papeles, que increíblemente están en los archivos gubernamentales, llevó los trabajadores a declarar su solidaridad con los que consideraron víctimas de una política de ajuste brutal del gobierno de Macri.

También advirtieron que el gobierno no puede someterlos a atender a los jubilados que llegan a las oficinas desesperados y a los que no pueden dar ninguna respuesta por las medidas del gobierno, como sucedió con los discapacitados a quienes intentaron rescindir sus pensiones.

En ambos casos el gobierno de Macri reculó, pero quedan serias dudas de que sea una una vuelta atrás defintiva, ya que en los últimos días el propio presidente advirtió que se mantendrá el rumbo en todas las decisiones tomadas, a pesar de la cada vez más activa protesta social y de las noticias que llegan de periódicos europeos que critican las medidas económicas, políticas y sociales del gobierno de la coalición Cambiemos.

Desde la llegada de Mauricio Macri a la presidencia y de acuerdo con un estudio de la Universidad Nacional de Avellaneda, el salario mínimo, vital y móvil quedó retrasado 28 por ciento desde diciembre de 2015 y da cuenta de que cada vez más la retribución mínima para una jornada de 40 horas semanales alcanza para obtener un menor porcentaje de la canasta básica total, que sirve de vara para medir la canasta básica alimentaria, lo que determina si una persona es indigente.

Por otra parte, las organizaciones de científicos están en campaña y llegarán hasta el Congeso en esta semana para denunciar y detener el ajuste y además el vaciamiento del sistema de ciencia y tecnología. La campaña es muy fuerte y creativa y en varias marchas y por redes sociales se difunde una versión de la canción Despacito, que compusieron e interpretaron integrantes desde la organización Científicos y Universitarios Autoconvocados.