Lucía Álvarez participó en sesión de escucha; catalogó toda la obra del compositor
Lunes 3 de julio de 2017, p. 8
El compositor Juan Antonio Rosado (1922-1993) jamás recibió un centavo por su música, la que tampoco se conocía ni se tocaba, dijo su colega Lucía Álvarez al participar en una sesión de escucha de la obra del puertorriqueño avecindado en México.
“Nuestro sistema político –prosiguió– no es muy benévolo con los músicos. Los compositores participan en los foros internacionales y nacionales de música y no reciben un centavo, o sea, el pago es ir a escuchar su obra. Siempre me peleo mucho por esto. Necesitamos pensar de qué vamos a vivir, aparte de componer, porque las becas del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) son pocas, insuficientes para la cantidad de talentos que hay, y muchas de las instituciones son reacias a pagar regalías.
La renta de una partitura para una orquesta sinfónica varía de tres a 6 mil pesos, dependiendo de la duración de la obra, y no quieren pagar. Los encargos pagados que hacen a veces instituciones, como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Nacional de Bellas Artes son una vez en la vida. La mayor parte de los compositores no logra que su música se toque pagando la regalía que le corresponde por ley
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Álvarez, quien trató a Rosado en la Facultad de Música de la UNAM, donde es profesora, recopiló su obra de la que no había ningún registro. Como la compositora dirige tesis de sus alumnos, acude a clases de redacción y corrección de textos. Una vez su maestro resultó ser un hijo de Rosado, a quien propuso le prestara el archivo de su padre que guardaba en casa para su catalogación, tarea que fue posible gracias a dos becas de la UNAM. También encontró dos partituras perdidas en una caja resguardada en la biblioteca de esa facultad.
La ganadora de seis arieles de Plata catalogó toda la producción de Rosado, 104 obras concluidas en diferentes dotaciones, desde instrumento solo hasta un grupo más numeroso de músicos. El catálogo incluye la grabación de 15 piezas, toda una novedad porque al parecer su obra nunca se registró así.
Acompañada por Theo Hernández, coordinador del catálogo de música de concierto de la fonoteca, Álvarez dijo que Rosado usaba mucho el serialismo de forma libre. Leyó un texto en el cual se decía: La música de Rosado destaca por la combinación del serialismo con el atonalismo, aunada a elementos nacionalistas antillanos, mexicanos y jazzísticos, y aspectos del posromanticismo
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Se escucharon una canción para soprano y piano de la ópera inconclusa en dos actos María Elena; Elegía, para piano y clarinete; De parranda y La rapsodia callejera, con reminiscencias de Amor sin barreras, cuya música es de Leonard Bernstein. ¿Quién habrá compuesto primero?, preguntó Álvarez.
Gracias a una donación a la Fonoteca Nacional, el disco compacto se puede consultar en el audioteca Octavio Paz.