El procurador general de la República, Raúl Cervantes Andrade, llamó a combatir la corrupción desde su origen. Hay que decirlo con todas sus letras: es un reclamo, quizás el principal, de la sociedad mexicana; es un mal que aqueja a nuestro país, por lo que hay que atacarlo desde sus causas y no sólo por sus consecuencias. Lo anterior, al poner en marcha el taller Formas de identificar y prevenir la responsabilidad patrimonial y las medidas anticorrupción, organizado por el Instituto Nacional de Ciencias Penales. Dijo que la corrupción es un fenómeno de redes que difícilmente se practica de manera unidireccional o bidireccional; se genera en la iniciativa privada y el servicio público, así como a través del sistema financiero. Cuando analizamos los delitos de corrupción, empezamos a ver figuras que van desde la defraudación fiscal y pasan por el lavado de dinero, así como otros actos de simulación; se practica en el extranjero y hacen paraísos fiscales: compran activos, usan prestanombres o empresas fantasmas, detalló. A docentes, abogados litigantes y funcionarios los convocó “a generar mejores políticas públicas, a entender los problemas de cada entidad y a direccionar una política para fortalecer los principios constitucionales de eficacia, eficiencia y honradez en la aplicación de los recursos.