
Imagínense un camello sin joroba, con pies como un delgado rinoceronte y una cabeza en forma de antílope saiga, dijo Michael Hofreiter, autor principal de un estudio publicado ayer que finalmente sitúa lo que Darwin llamó el
animal más extraño jamás descubierto en el árbol de la vida: el Macrauchenia patachonica (literalmente, llama de cuello largo). La ilustración fue proporcionada por el Museo Americano de Historia NaturalFoto Afp
Miércoles 28 de junio de 2017, p. 2