La involución del sol... azteca
Amarillo y azul, cóctel mortal
El juego de los chuchos
estas alturas de la cotidianidad en el trabajo de los partidos políticos, hablar de que el PRD intenta quitarse la vida una vez más resulta inútil si tenemos en cuenta que por fin ha triunfado en su largo proceso de involución, y hoy, ya sin tapujos, entiende que la única forma de mantener con chamba a sus burócratas de mayor rango es lograr una mezcla insana con la derecha.
La apuesta en todos los ámbitos políticos, o en casi todos, es que la alianza no llegará a construir una candidatura común para 2018 porque, se asegura, Acción Nacional por ningún motivo, y eso se sabe en todos los rincones del PRD, dejará de postular a uno de sus militantes, aunque a decir verdad nadie ha tomado en cuenta, tal vez porque se da como un hecho, que el sol azteca sacrificará su propuesta, así se llame Miguel Ángel Mancera. Es el estilo o el destino, como mejor se quiera.
Y es que el PRD ha construido un discurso lleno de engañifas que cuentan la historia imposible, pero que sirven como un buen argumento para solventar sus debilidades. La mayor de las estafas políticas es esa que nos quieren contar de que las organizaciones azul y amarilla olvidarán sus identidades políticas.
Bueno, aceptando sin conceder, se podría decir que el PRD, desde hace algún tiempo, ha ido acercándose más y más a la derecha, y hoy, luego de la sentencia del fin de semana, bien se podría decir que está convertido en otro brazo de la derecha, no más.
Por su parte, el PAN no tiene problemas con su identidad política, al fin de cuentas ellos no tienen ideología, sólo intereses, y entonces, mientras obtengan ganancias suficientes, no objetarán ninguno de los discursos, que a manera de disculpa hacia la militancia ha levantado el PRD.
El sueño terminará pronto. Si no se alteran los planes, Miguel Ángel Mancera habrá de dejar la jefatura de Gobierno a finales de septiembre para iniciar su carrera por la Presidencia de la República como candidato independiente antes de que empiece octubre, o por ahí. Y entonces será el PAN, que ya tiene dos candidatos en campaña, el que tenga que decidir.
Sea Zavala o Anaya, los azules tienen muy construidas sus opciones, y para justificar, frente a los inocentes ojos perredistas, que alguno de los dos se quedará con la candidatura, nos habrán de contar el viejo cuento de la encuesta que justifica el chanchullo.
De esa forma, el jefe de Gobierno de la Ciudad de México tendrá en las manos la posibilidad de no caer en la trampa que se le ha tendido. Por eso, desde ya deberá empezar a crear una opción fuera del juego de los chuchos, donde por más que le doren la píldora, no tiene un lugar preponderante.
Por ello, Mancera deberá prepararse para caminar por la cuerda floja; un titubeo podría costarle hasta la carrera política, por lo que ningún detalle puede quedar fuera de sus esquemas de análisis, sobre todo cuando sabe a ciencia cierta que en manos del PRD él no es más que una pieza de canje. ¡Cuidado!
De pasadita
Si alguien resultó sorprendido por la renuncia del ahora ex procurador general de Justicia de la Ciudad de México, Rodolfo Ríos Garza, fue el propio ex funcionario, porque la mañana del descenso ni idea tenía de que ya había renunciado. En su equipo tampoco sabían nada; ni lo imaginaban, sobre todo porque el ex procurador era uno de los personajes más cercanos al jefe de Gobierno.
Poco se sabe de los motivos que provocaron la renuncia
; aparentemente las cosas iban bien, sobre todo si sabemos que el asunto de los números en la seguridad de la ciudad no corresponden a la procuraduría, y entonces uno se pregunta: ¿qué otra cosa pudo derivar en esa renuncia no anunciada?