Londres.

La primera ministra conservadora británica, Theresa May, llegó a un acuerdo con el Partido Demócrata Unionista (DUP, por sus siglas en inglés) norirlandés, el cual le permitirá recobrar la mayoría absoluta en la Cámara de los Comunes a cambio de mil millones de libras.

“El DUP apoyará al gobierno en las votaciones del discurso de la reina, presupuesto, legislación sobre el Brexit y seguridad nacional”, explicó May en un comunicado.

La premier contará con el apoyo de los 10 diputados de la formación de Arlene Foster tras el fiasco de las elecciones del pasado 8 de junio.

Los conservadores disponen de 317 de los 650 escaños de la Cámara de los Comunes, los cuales, sumados a los del DUP, le darán más de la mitad de los legisladores. Irlanda del Norte recibirá mil millones de libras adicionales como parte del acuerdo, anunció ayer Arlene Foster, líder del DUP.

Saludamos este apoyo financiero de mil millones de libras (mil 270 millones de dólares) en los próximos dos años, aseveró Foster frente a Downing Street tras sellar el convenio.

May, por su parte, quiso tranquilizar a quienes creen que el acuerdo equivale a tomar partido entre unionistas y protestantes en Irlanda del Norte. Prometió seguir gobernando “respetando los intereses de todas las partes.

Saludo este acuerdo que nos permitirá trabajar juntos por el interés de todo Reino Unido y dar la certeza que necesitamos al iniciar nuestra salida de la Unión Europea, apuntó May.

Sin embargo, la oposición criticó el costo del apoyo de los unionistas. Claramente, el convenio conservador-DUP no responde a los intereses del país, sino del partido de May de aferrarla al poder, expresó Jeremy Corbyn, líder del Partido Laborista, primero de la oposición.

¿De dónde viene el dinero para el acuerdo? ¿Recibirán las demás regiones de Reino Unido el tan necesario financiamiento adicional que Irlanda del Norte obtendrá como parte del acuerdo?, preguntó Corbyn.

Para el jefe del gobierno regional de Gales, Carwyn Jones, el convenio es indignante, inaceptable y acaba con la idea de un financiamiento justo para todas las naciones y regiones de Reino Unido.

Foster gana así el poder de hundir o mantener viva a May y su gobierno; sin embargo, no logra formar gobierno en su provincia, rechazada por el Sinn Fein católico por su presunta relación con un escándalo de corrupción.