Martes 27 de junio de 2017, p. 25
Los 2 mil 579 camiones recolectores de basura serán adaptados para cumplir con la norma ambiental 024, que entrará en vigor el 8 de julio, y establece la separación de los residuos sólidos urbanos en cuatro categorías, informó el titular de la Agencia de Gestión Urbana, Jaime Slomianski.
En esta primera etapa no se contempla aplicar sanciones, pero se buscará que los residuos se entreguen divididos en orgánicos, inorgánicos reciclables, inorgánicos no reciclables y de manejo especial o voluminosos; estos últimos únicamente serán recogidos los domingos.
Con ello se busca aprovechar la basura y reducir el volumen enviado a disposición final, que suma 8 mil 600 toneladas diarias, mientras se construye la planta de termovalorización, que captará 4 mil 500 toneladas; y la de biodigestión, que recibirá 2 mil toneladas y se licitará próximamente, señaló.
El funcionario explicó que a los camiones de basura se les adaptarán unas cajas laterales, sin afectar la garantía que tienen, ni su funcionamiento, para recolectar residuos de manejo especial y voluminosos, y se capacitará a alrededor de 30 mil trabajadores sindicalizados y voluntarios involucrados en esta tarea.
Se trata de aumentar el volumen de separación de la basura, pues actualmente es de 20 por ciento de 13 mil toneladas; aprovecharla para generar electricidad con la operación de las planta de biodigestión y termovalorización; y dejar de enterrarla, que significa un costo de 2 mil millones de pesos al año.
Mencionó que casi la mitad de la basura proviene de los hogares, donde cada habitante en promedio produce 1.5 kilogramos al día, que es recolectada en alguna de las 6 mil 600 rutas y entregada a una de las 13 estaciones de transferencia o se puede ir a una planta de selección, una compactadora o la de composta, según el tipo de residuo que se trate.
Por ello, señaló, es importante convocar a la gente a dividir sus residuos en orgánicos, como son restos de comidas o de jardinería; inorgánicos reciclables como el papel, cartón, plástico, metal, vidrio y envases; inorgánicos no reciclables, como colillas de cigarro, envolturas metálicas, pañales o toallas sanitarias; y voluminosos y de manejo especial, como televisores, lavadoras, celulares y muebles.