Entre exigencias de justicia, vecinos, amigos y familiares acompañaron ayer a Valeria, niña de 11 años encontrada muerta y con huellas de violencia física y sexual el viernes pasado en Nezahualcóyotl, estado de México.

La petición de la familia es terminante: que se finque responsabilidad a las autoridades que rehusaron aplicar la alerta Ámber cuando denunciaron la desaparición de la menor, el jueves pasado, y que se retire la concesión a la ruta 40, la cual está llena de delincuentes.

Aylín, hermana mayor de Valeria, denunció públicamente que el Ministerio Público demostró incapacidad e indolencia para aplicar el protocolo de búsqueda, porque fue la familia quien encontró el cadáver de la niña, a pesar de que Nezahualcóyotl es uno de los municipios mexiquenses donde se declaró alerta por violencia de género.

Alrededor de 100 personas marcharon por la avenida Adolfo López Mateos, después protestaron durante casi dos horas frente a una funeraria ubicada en la colonia Evolución, donde la familia veló los restos de Valeria, encontrada muerta en un camioneta combi de transporte público número económico 278 de la ruta 40, abandonada en la calle La Zandunga de la colonia Benito Juárez.

La madre de Valeria advirtió que denunciará a quien deshonre a su hija y pidió apoyo para que se haga justicia y se castigue al sujeto que ultrajó y mató a Valeria.

El presunto responsable fue capturado el sábado en el vecino municipio de Chimalhuacán por autoridades del estado de México. Está vinculado con varios ataques contra mujeres en la ruta 40, según informó la Fiscalía General del estado de México.

La familia también exigió a las autoridades que retiren la concesión a la ruta 40, que sale de la estación Guelatao de la línea A del Metro férreo y atraviesa varias colonias de Nezahualcóyotl. Todas sus unidades tienen más de 20 años de antigüedad y sus operadores son delincuentes, acusaron los manifestantes.

El cortejo fúnebre partió a las 14 horas de la funeraria hacia el panteón Jardines de Oriente, ubicado en la comunidad de San Miguel Coatlichán, municipio de Texcoco. Lo acompañaron niños que arrojaron flores blancas y con pancartas pidieron justicia para Valeria.

Después de unas calles, la carroza y al menos tres autobuses enfilaron rumbo a la autopista para dirigirse al cementerio.

Luego de condenar el homicidio y la agresión sexual contra Valeria, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) exigió que se investigue la actuación de las autoridades, que recibieron la denuncia por la desaparición de la víctima y no la atendieron debidamente.

Tras citar declaraciones de familiares, el organismo nacional señala que la persona presuntamente responsable del homicidio de la menor estaba trabajando de chofer de transporte público en el estado de México pese a enfrentar denuncias penales por abuso sexual en la Ciudad de México.

En un comunicado, la CNDH reprobó estos hechos y destacó que toda agresión en contra de niños y adolescentes lesiona gravemente el entorno social y no debe quedar impune.

El ombudsman recordó que los tres órdenes de gobierno tienen la obligación de garantizar el pleno ejercicio de sus derechos humanos, así como el acceso a una vida libre de violencia, en cualquiera de sus manifestaciones.