Panamá.

El comandante de las desarticuladas Fuerzas de Defensa de Panamá, general Manuel Antonio Noriega (1983-1989), quien estaba recluido en un hospital desde marzo debido a la operación de un tumor cerebral, falleció la noche del lunes a los 83 años de edad.

Muerte de Manuel A. Noriega cierra un capítulo de nuestra historia; sus hijas y sus familiares merecen un sepelio en paz, tuiteó el presidente panameño, Juan Carlos Varela.

El abogado de Noriega, Ezra Ángel, declaró a la agencia de noticias Afp que el general murió cerca de las 11 de la noche del lunes, aunque no dio detalles de las causas del deceso. Por la noche el cuerpo fue incinerado en una ceremonia privada, a petición de la familia.

Noriega, quien sobrevivió a dos ataques cerebrovasculares y un cáncer de próstata, fue operado el 7 de marzo de un tumor benigno en el hospital público Santo Tomás, pero tuvo un sangrado cerebral, por lo que volvió a ser intervenido y quedó en estado crítico del cual no se recuperó.

Noriega, quien fue el encargado de inteligencia de Panamá en el gobierno del general Omar Torrijos (1969-1981), colaboró con la Agencia Central de Inteligencia (CIA) por instrucciones del mismo Torrijos.

Su relación con Estados Unidos cambió luego de que en cumplimiento de los tratados Torrijos-Carter salió del país canalero en 1984 hacia la Escuela de las Américas, donde recibieron entrenamiento muchos militares que violaron los derechos humanos en América Latina. Noriega también atribuyó el distanciamiento con Washington a que se negó a colaborar en su lucha contra el gobierno que surgió de la revolución sandinista en Nicaragua, en la década de los 80.

Imagen de enero de 1990, cuando el general panameño Manuel Antonio Noriega se entregó a Estados Unidos luego de una invasión. Murió la noche del lunes a la edad de 83 años y ayer fue incineradoFoto Ap

El ex presidente estadunidense George Bush padre (1989-1992), antiguo director de la CIA, ordenó invadir Panamá el 20 de diciembre de 1989 para capturar a Noriega, en una operación conocida como Causa Justa, que oficialmente dejó 500 muertos pero que diversas ONG aseguran que fueron varios miles.

Noriega, quien se refugió en la Nunciatura, se entregó el 3 de enero de 1990. En Estados Unidos fue sentenciado a 40 años de prisión por narcotráfico y lavado de dinero, aunque cumplió menos de la mitad por buen comportamiento.

En 2010 fue extraditado a Francia por lavado de dinero, y en 2011 fue extraditado a Panamá, donde recibió tres condenas de 20 años cada una por la desaparición y asesinato del opositor Hugo Spadafora en 1985; del militar Moisés Giroldi, muerto tras rebelarse en su contra en 1989, y por la matanza de Albrook, en la que varios militares murieron después de sublevarse. El general siempre rechazó esas acusaciones.

Noriega pidió perdón en 2015 a toda persona que se sienta ofendida, afectada, perjudicada o humillada por mis acciones.