Madrid. Unos 200 manifestantes venezolanos cercaron este jueves el Centro Cultural de Venezuela en Madrid por más de cuatro horas e impidieron la salida de más de cien personas que acudieron para escuchar el informe del Comité de Víctimas de la Guarimba (violencia callejera), incluido el embajador Mario Isea y otros miembros del cuerpo diplomática latinoamericano.

Los antichavistas rompieron cristales e increparon a los asistentes con gritos de asesinos, hijos de puta y malditos.

En el céntrico barrio de Salamanca, uno de los más exclusivos de Madrid y donde el Estado venezolano tiene su sede cultural, las más de cien personas que fueron prácticamente secuestradas pudieron salir hasta que la policía española desalojó a los manifestantes.

Los agentes antidisturbios españoles tardaron más de cuatro horas en facilitar la salida del embajador Isea y del resto de los asistentes.

Uno de los momentos más tensos de la concentración fue cuando se cruzaron insultos y estuvieron a punto de llegar a los golpes los antichavistas con un reducido grupo de simpatizantes del gobierno de Venezuela, a quienes tuvo que separar la policía.

La embajada venezolana criticó la actitud del gobierno español por no garantizar su seguridad.