Habitantes de la comunidad poblana Palmarito Tochapan que pretendían llegar a la sede de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en la Ciudad de México, para interponer una queja por los operativos militares en esa localidad, tuvieron que retornar a su lugar de origen a solicitud de las autoridades capitalinas. La caravana de vehículos particulares en que viajaban fue retenida en el puente La Concordia, en la delegación Iztapalapa.

A bordo de vehículos tipo pickup, automóviles y camionetas de carga, los habitantes de Palmarito –comunidad en la que en días pasados ocurrió un enfrentamiento entre autoridades y ladrones de combustible a ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), que dejó un saldo de cuatro soldados y seis civiles muertos, 12 heridos y 14 detenidos–, viajaron desde el municipio de Quecholoac, pero al llegar a los límites de la capital del país con el estado de México ya los esperaban policías capitalinos.

Los uniformados –muchos de ellos pertenecientes al agrupamiento de granaderos– los hicieron desistir de su objetivo, que era llegar hasta la sede de la CNDH, y que decidieran retornar a su comunidad.

En los vehículos portaban mantas en las que señalaban: Queremos que nos protejan, no que nos agredan.

Los pobladores de Palmarito Tochapan fueron detenidos por los policías capitalinos en el llamado puente de la Concordia, que y obligados a retornar por la carretera México-Puebla.

La intención era denunciar los presuntos excesos cometidos por integrantes del Ejército Nacional durante el operativo realizado el jueves pasado, y que luego de ello generó protestas y bloqueos en la carretera México-Puebla, en donde exigieron el retiro de las fuerzas armadas de esa zona, identificada como uno de los puntos en donde los grupos de los llamados huachicoleros saquean los ductos de Pemex.