El acuerdo dejó en el abandono los minifundios, aseguran
Sábado 29 de abril de 2017, p. 12
Dirigentes campesinos afirmaron que en la renegociación del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN) no sólo deben considerarse los intereses del comercio exterior con Estados Unidos, sino recuperar la soberanía nacional y alimentaria gravemente deteriorada en estos más de 20 años de vigencia del acuerdo comercial
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En entrevistas por separado, Rocío Miranda Pérez, presidenta nacional de la Unión de la Fuerza Indígena y Campesina (UFIC), y Francisco Chew, del Movimiento Social por la Tierra (MST), organización integrante del Frente Auténtico del Campo (FAC), destacaron que el país no sólo perdió su capacidad de generar alimentos, sino que dejó en el abandono a los campesinos de los minifundios, de los cuales, con el sistema de milpa, depende 65 por ciento de la canasta básica de alimentos de los hogares mexicanos.
Dos décadas de tratado, afirmaron, sólo sirvieron para encarecer hasta en 45 por ciento los alimentos y granos básicos y perpetuar las asimetrías productivas entre los trabajadores del campo en México y los grandes agroindustriales de Estados Unidos
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Miranda Pérez destacó que el gobierno federal debe aplicar una nueva política pública para el agro y reconsiderar qué hacer con el TLCAN
. Se requiere, agregó, un programa emergente para fortalecer la producción de maíz y cubrir el déficit anual de 10 mil toneladas, y no pretender comprar el grano en el extranjero
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No podemos, sostuvo, ir a renegociar por renegociar el tratado, teniendo como única visión el comercio exterior; son urgentes medidas compensatorias eficaces para el agro nacional, a fin de salvaguardar nuestra soberanía alimentaria
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Chew destacó que se tiene prevista una reunión de dirigentes del FAC con el canciller Luis Videgaray, el 4 de mayo, a fin de reiterar nuestras demandas de atención a los migrantes en Estados Unidos, pero también para exigir que se integre a las organizaciones campesinas en cualquier revisión que se haga al TLCAN
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Indicó que a 23 años de la entrada en vigor del acuerdo económico tenemos un saldo negativo, porque la liberación del comercio en los productos agrícolas sólo generó elevada importación de alimentos y que se perdiera la cadena productiva nacional
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