Los datos que dará a conocer el gobierno en agosto sobre la medición de la pobreza podrían estar artificialmente manipulados al alza, ya que es de esperarse que, luego de los polémicos cambios en la metodología del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), entre otros elementos, el número de pobres entre 2014 y 2016 se haya reducido en un número cercano al millón y medio de personas, advierte un análisis publicado en el Reporte macroeconómico de México, de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Será muy polémico debido a que los números de la pobreza de 2016 serán una medición del éxito o fracaso de la política social de esta administración de cara a los comicios de 2018, señaló el economista José Francisco Rodríguez Montoya, autor del estudio.

El análisis refiere que los cambios en la metodología del Módulo de Condiciones Socioeconómicas, uno de los instrumentos que utiliza el Inegi para medir la pobreza, provocaron que el propio secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), Gonzalo Hernández Licona, reclamara que las modificaciones se hicieron sin haber llevado a cabo un proceso de consulta técnica, además de que diversos especialistas también manifestaron su rechazo.

Agregó que a ello se suma que, unos días antes de los levantamientos muestrales, la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) se dio a la tarea de distribuir entre los beneficiarios de programas sociales la llamada cartilla social, documento informativo y personalizado que muestra a los beneficiarios los apoyos monetarios y en especie que reciben de los programas de atención de los gobiernos federal y estatal, con el fin de que incorporaran dichos apoyos en los datos levantados por el Inegi.