Miércoles 26 de abril de 2017, p. 8
América Latina (AL) enfrenta grandes desafíos y uno de los principales es alcanzar la equidad de género. En la región persisten diferencias que provocan que las mujeres ganen salarios un tercio más bajos que los hombres, en promedio, o que la tercera parte hayan sufrido violencia de su pareja.
Durante el coloquio América Latina: política, futuro, igualdad, organizado por el 50 aniversario del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso), Karina Batthyany, de la Universidad de la República de Uruguay, aseveró que hablar de derechos de las mujeres es referirse a la noción de autonomía en tres niveles: física, en espacios de toma de decisión y económica.
Lamentó que una de cada tres latinoamericanas ha sufrido violencia de su pareja o ex pareja, pero la cifra se eleva hasta 70 por ciento si la violencia viene de otros actores y no sólo en las relaciones íntimas. Afirmó que de los 25 países con las tasas más altas de feminicidio en el orbe, 14 son latinoamericanos
y por ello la región está lejos de encontrar una solución a la problemática.
Explicó que la autonomía económica es una de las principales bases para lograr la igualdad de género. Sin embargo, en América Latina 30 por ciento de mujeres no tienen ingresos y dependen de otros para subsistir. Además, las que tienen empleo perciben salarios un tercio menor al de sus pares hombres, y sólo cinco de cada 10 en edad de trabajar participa en el mercado laboral, mientras que entre los varones la cifra es de ocho de cada 10.
En cuanto a la autonomía en la toma de decisiones, la académica uruguaya refirió que 60 por ciento de los egresados de las universidades son mujeres, pero esa cantidad no se refleja en dirigencias políticas, académicas, sindicales, empresariales y de otro tipo. Karina Batthyany llamó a revalorizar el papel de la mujer en la sociedad y a resolver los retos para alcanzar la igualdad.
Durante el coloquio, que también fue convocado por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Fundación para la Democracia y La Jornada, entre otros, Víctor Santa María, de la Fundación Octubre, de Argentina, señaló que los gobiernos progresistas han enfrentado complicaciones, porque somos países de caudillos y cuando desaparece el líder desaparecen los movimientos
. De ahí, agregó, que sigan costando mucho trabajo las transformaciones, pues no se ha podido pasar de las etapas del líder individual a las de un proyecto.
Rebeca Peralta, de la UNAM y colaboradora del Estado Plurinacional de Bolivia, recordó que en estos tiempos en que se levantan muros, México y América Latina tienen que crear puentes. Al referirse a lo dicho por el presidente de Bolivia, Evo Morales, de que México tiene que voltear hacia el sur, señaló que no se trata de un mensaje para el gobierno mexicano, sino para la sociedad, para los movimientos y para sus pueblos.