Prevén crear fuerza de tarea para patrullajes terrestres, aéreos y de reconocimiento
Miércoles 26 de abril de 2017, p. 3
Cozumel, QR.
Con el apoyo del Comando Sur de Estados Unidos, las fuerzas armadas de México y Guatemala impulsan un proyecto ‘‘muy importante’’ de fuerza de tarea en su frontera común para llevar a cabo patrullajes terrestres, aéreos y de reconocimiento para el intercambio de información e inteligencia para combatir al crimen organizado, reveló el general Juan Manuel Pérez Ramírez, jefe del Estado Mayor de la Defensa de Guatemala.
Al participar en una reunión de medios de los siete representantes de las naciones que tomaron parte en la Conferencia de Seguridad de Centroamérica (Centsec 2017), que por primera vez se realizó en México y fue organizada por las secretarías de la Defensa Nacional y de Marina, con el copatrocinio de los comandos Norte y Sur de Estados Unidos, el militar guatemalteco destacó que este proyecto de fuerza de tarea ‘‘se ha venido trabajando desde hace más de cinco años’’, y una de las bases operativas estará enclavada en el Petén, área estratégica que colinda con el río Usumacinta.
‘‘Hay proyectos palpables’’ para llevar a cabo patrullajes aéreos, terrestres y de reconocimiento en la frontera de más de mil kilómetros, además del intercambio de información e inteligencia, estandarización de protocolos y procedimientos para realizar operaciones de interdicción con el apoyo de tecnología e inteligencia del Comando Sur.
‘‘Dentro del proceso de intercambio de información hay una ruta de inmigrantes indocumentados que pasa por el norte del Petén; tenemos reuniones periódicas tácticas y estrategias con los mandos militares (Ejército y Armada de México), Gobernación hace lo propio, indicó. Añadió que este tipo de reuniones, ‘‘cara a cara’’, es invaluable.
‘‘Son encuentros estratégicos y claves para afinar los mecanismos, rutas de migrantes, contrabando de ganado, la utilización de personas para el paso de droga. La ausencia del Estado no es un secreto en Guatemala; con estas reuniones tratamos de estar mejor organizados para generar gobernabilidad y restarle fuerza al crimen organizado’’, sostuvo.
Sin la presencia de los secretarios de la Defensa Nacional, general Salvador Cienfuegos Zepeda; del almirante secretario de Marina, Vidal Francisco Soberón Sanz, ni de los jefes del Comando Norte, la general Lori J. Robinson y el almirante Kurt W. Tidd, quienes participaron en los trabajos y clausura, pero no en la conferencia de prensa, los ministros centroamericanos coincidieron en señalar que el mayor reto que enfrenta el área es el combate el crimen organizado.
Al respecto, el general David Munguía, ministro de Defensa de El Salvador, destacó que el tráfico de drogas afecta de manera distinta a cada país, y en este contexto, cada nación debe usar ‘‘todas sus capacidades’’ para hacerle frente.
Tal es el caso de naciones como México, en donde las fuerzas armadas, con respeto a su marco legal vigente, participan en el combate al crimen organizado, dijo.
A su vez, el viceministro de Seguridad Pública de Panamá, Jonathan Gabriel del Rosario Arosamena, dijo que el narcotráfico es una amenaza trasnacional ‘‘que tenemos que combatir’’ con nuestras mejores mentes y capacidades, no sólo en el ámbito de la seguridad pública, sino también en el ámbito social.
Inicialmente, las conclusiones de la Centsec 2017 se centraron en la importancia del intercambio de información basado en la confianza como una necesidad para responder de manera efectiva a las amenazas.
Se convocó a una mayor integración de naciones para hacer eficientes las estructuras de seguridad regional y se enfatizó en que la desigualdad en las capacidades operativas y logísticas será un desafío a enfrentar en el corto plazo para lograr resultados en beneficio de la región.
Dentro de las mesas de discusión se enfatizó que es indispensable establecer protocolos de actuación y formar alianzas estratégicas entre las naciones del área (Guatemala, Honduras, Costa Rica, Nicaragua, Belice, El Salvador y Panamá), ya que el enemigo común, que es el crimen trasnacional, no respeta fronteras.
Otro acuerdo fue la exigencia en coordinar a las agencias internas en cada nación para que compartan información y al exterior se impulse el intercambio, fomentando la confianza.