Exigen al presidente Temer acelerar la demarcación de tierras
Miércoles 26 de abril de 2017, p. 27
Brasilia.
Miles de indígenas brasileños que protestaban este martes frente al Congreso para recuperar sus tierras ancestrales se enfrentaron a la policía con arcos y flechas luego de intentar ingresar al edificio con réplicas de ataúdes en homenaje a compañeros muertos. La policía reprimió la invasión con bombas de gas lacrimógeno, en una escena que mezcló estelas de humo blanco con flechas y féretros que acabaron flotando en los estanques que anteceden la sede del Parlamento.
La manifestación indígena que exigía al gobierno de Michel Temer avances en la demarcación de tierras, fue dispersada violentamente por la policía legislativa que utilizó gas lacrimógeno y balas de caucho.
Integrantes de numerosas comunidades indígenas locales se congregaron esta semana en los parques que rodean la sede del Congreso, como parte de los actos de una reunión anual en la que se discute la problemática de sus comunidades, sin embargo, el encuentro se salió de control cuando centenares de miembros de distintas tribus descendieron de las laderas de césped aledañas al emblemático edificio y se lanzaron a los estanques para depositar ataúdes negros con cruces blancas en señal de protesta.
Los féretros representan todos los indígenas de las 305 etnias que han muerto en estos años. Las bancadas ruralista y evangélica quieren destruir nuestros derechos, transformar a Brasil en el granero del mundo y acabar con la biodiversidad
, acusó Marize de Oliveira, profesora de historia de la comunidad guaraní, de 58 años.
Ataviados con ropas típicas, los cuerpos pintados, arcos, flechas y machetes, los inconformes avanzaron contra un cordón policial que impedía el ingreso al recinto, la acción disuasiva de los uniformados hizo que se replegaran para reorganizarse a decenas de metros de la entrada principal, lo que permitió que los agentes recogieran algunas flechas de más de un metro de largo que quedaron sobre el césped.
Las protestas indígenas no son extrañas en la capital brasileña, estos grupos exigen al Estado la cesión formal de tierras que pertenecieron a sus ancestros, lo que generó un conflicto con los productores agropecuarios que frecuentemente termina en derramamiento de sangre. El negocio agroganadero es una fuerza de gran escala en Brasil, uno de los mayores productores de alimentos del mundo y responsable de buena parte de los ingresos externos del país, este sector está fuertemente representado en el Congreso, apoyo que provocó la ira de las comunidades indígenas.
Los líderes de los manifestantes habían convocado a instalar el campamento tierra libre
toda la semana frente al Congreso para presentar una larga lista de inconformidades. Señalaron que el gobierno de Temer maniobra para anular sus protecciones en diversas partes de la Amazonia y permite expandirse a ganaderos y otros grandes intereses económicos, El campamento fue organizado por la Asociación de Pueblos Indígenas de Brasil, que acusó al gobierno de haber lanzado la mayor ofensiva contra los derechos de los pueblos en los pasados 30 años
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