Sufre otro revés: juez federal congela orden ejecutiva para castigar a ciudades santuarios
Ni la cúpula política, ni la opinión pública respaldan la construcción de la barda fronteriza
Del total de 38 promesas que hizo en campaña para sus primeros 100 días, apenas cumple 10
Miércoles 26 de abril de 2017, p. 26
Nueva York.
Donald Trump, entrampado entre evitar la parálisis del gobierno federal y su muro fronterizo, se encontró contra una pared que podría hacer que sus primeros 100 días en la Casa Blanca culminen en un desastre político más.
Al mismo tiempo, este martes sufrió otro revés por parte del Poder Judicial, cuando un juez congeló su orden ejecutiva para castigar a ciudades santuarios que protegen a inmigrantes indocumentados.
Al iniciar esta semana, el presidente insistió en que una primera partida –1.4 mil millones de dólares– del financiamiento del muro fronterizo con Mexico tenía que incluirse en la partida de gastos que tiene que ser aprobada por la legislatura antes de la medianoche del viernes para evitar el cierre de operaciones de gran parte del gobierno federal.
Pero la minoría demócrata había dejado claro que rehusaría aprobar la partida de gastos y provocar la parálisis del gobierno si estaban incluidos fondos para ese proyecto. La noche del lunes Trump indicó que estaba dispuesto a ceder y esperar hasta septiembre para abordar el gasto para el muro en el presupuesto federal para el próximo año fiscal.
Con ese anuncio removió el mayor obstáculo para la aprobación de la medida de gasto federal que financiará operaciones del gobierno hasta septiembre, cuando vence el año fiscal, y evitando con eso una pesadilla para los republicanos que estaban ante la posibilidad de marcar los 100 primeros días de Trump con el cierre del gobierno.
Sin embargo, Trump insiste sobre el controvertido muro y este martes publicó un tuit que advierte: no dejen que los medios falsos les digan que he cambiado mi posición sobre el muro. Será construido y ayudará a frenar drogas, tráfico humano, etcétera
.
El muro fue promesa prominente de su campaña desde que arrancó el año pasado. Más aún, aunque durante unas semanas había dejado de declarar que México pagaría el muro, Sean Spicer, vocero de la Casa Blanca, aclaró de nuevo este lunes que México pagará
la construcción de la barrera.
Pero el proyecto –más allá del núcleo duro de su base– no goza de apoyo entre gran parte de la cúpula política, ni de amplia mayoría de la opinión pública. Una investigación del Wall Street Journal la semana pasada descubrió que ni un solo legislador federal de ambos partidos que representan distritos fronterizos apoya el proyecto. A la vez, encuestas nacionales recientes registran que la mayoría de la opinión pública se opone al muro: ABC News/Washington Post registra que 60 por ciento se opone y sólo 37 está en favor, y sondeos de Gallup y el Centro de Investigación Pew, entre otros, registran tendencias parecidas en las semanas recientes.
Mientras tanto, no sólo se sigue incrementando el cálculo de los costos (Trump inicialmente dijo que costaría 12 mil millones de dólares, pero un informe del Departamento de Seguridad Interna en febrero calculó que serían más bien 21.6 mil millones y otro elaborado por senadores demócratas concluyó que ascendería a casi 70 mil millones), sino que se ha registrado un desplome de más de 70 por ciento en el número de personas capturadas por las autoridades migratorias cruzando la frontera de manera ilegal en varios sectores desde que Trump fue electo, en noviembre, lo que ha provocado dudas sobre la justificación para el muro.
Tal vez aún más preocupante para los republicanos antimigrantes, Trump incluido, es que las mayorías no sólo opinan que los inmigrantes ayudan más de lo que cuestan al país, sino que por un margen abrumador están en favor de la legalización y contra la deportación masiva de inmigrantes indocumentados (Wall Street Journal, CNN, Pew, CBS News, entre otros).
Por ahora, según diversas fuentes legislativas, el asunto se abordará en la partida de egresos federales dentro de una categoría más general de fondos para la seguridad fronteriza
.
Por otro lado, el juez federal William Orrick, de San Francisco, emitió un fallo preliminar temporal que congela parte de la orden ejecutiva de Trump firmada en enero que buscaba cortar la asistencia federal a ciudades santuarios que rehusaban cooperar con autoridades migratorias en la persecución de inmigrantes indocumentados.
Este fue un grave revés al marcar otra derrota de la Casa Blanca al tratar de imponer sus políticas antimigrantes por acción ejecutiva unilateral; dos órdenes ejecutivas anteriores para prohibir el ingreso de refugiados y de inmigrantes de varios países musulmanes también fueron bloqueadas, por ahora.
Sin embargo, aparentemente no afecta la maniobra del procurador general Jeff Sessions de amenazar con suspender fondos federales del Departamento de Justicia a entidades que se declaren santuarios, ataque que se intensificó la semana pasada, cuando envió cartas formales a Nueva York, Chicago y el gobierno estatal de California, entre otros, con esa amenaza.
El sábado 29 de abril, el gobierno de Trump marca sus primeros 100 días en la Casa Blanca, y esta semana está dedicada a un esfuerzo casi histérico por mostrar que ya ha superado a sus antecesores en el puesto. He hecho más que cualquier otro presidente en los primeros 100 días
, afirmó en una entrevista con la agencia Ap, una de muchas versiones recientes de este empíricamente falso autoelogio.
Trump, quien emitirá múltiples órdenes ejecutivas más esta semana (para intentar establecer récord, por lo menos en este rubro), sorprendió al Departamento de Tesoro al informar que presentará una reforma fiscal dramática esta semana (nadie les avisó), llamó a que los legisladores promovieran otro voto esta semana para desmantelar la reforma de salud de Barack Obama, la Casa Blanca está subiendo un sitio de Internet para elogiar los logros durante este periodo y programó un mitin público el sábado para marcar el centenar de días, entre otras cosas.
De manera simultánea, en estos mismos días, Trump ha descartado la importancia de los 100 días
(periodo simbólico que proviene de la presidencia de Franklin D. Roosevelt) calificándolo de ridículo
y poco significativo
.
Pero fue el propio Trump quien durante la campaña abundó sobre lo que haría en sus primeros 100 días, anunciando un contrato con el votante estadunidense
en el cual prometió impulsar 10 proyectos de ley importantes (ni uno solo se ha promulgado en ley y muchos ni siquiera se han presentado) y del total de 38 promesas para el primer centenar de días, sólo ha logrado cumplir 10.
Michael Flynn, en problemas
En tanto, todo indica que los conflictos y escándalos que han marcado a este gobierno continuarán mucho más allá de los 100 días. Este martes, los líderes del Comité de Supervisión Gubernamental de la Cámara de Representantes, el republicano Jason Chaffetz y su contraparte demócrata Elijah Cummings, encargados de una de las varias investigaciones (hay por lo menos tres más) sobre el equipo de Trump y sus relaciones con los rusos durante la elección, anunciaron que el ex general Michael Flynn, el primer asesor de Seguridad Nacional de Trump que fue obligado a renunciar en febrero, probablemente violó la ley.
Indicaron que información que han revisado señala que Flynn no recibió autorización para ofrecer un discurso pagado en Rusia para la televisora RT ni para realizar tareas de cabildeo para el gobierno turco, ni divulgó los pagos que recibió por estos trabajos.