Miércoles 26 de abril de 2017, p. 3
Hace 11 años Justina nació en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México. El proyecto ha sido la escuela
de programación y de trabajo en equipo para más de una treintena de jóvenes de siete generaciones que hoy brillan en el país y el extranjero.
Los orígenes se remontan a 1996, cuando Jesús Savage Carmona regresó de hacer su doctorado en la Universidad de Washington. La idea surgió para que los estudiantes de ingeniería aprendieran a programar. Comenzaron con robots virtuales, luego se compraron prototipos físicos y actualmente los fabrican en el Laboratorio de Biorrobótica.
Gracias al esfuerzo, constancia y trabajo, muchos de los jóvenes que han participado en el proyecto Justina hoy están en empresas como Google o Microsoft, o en la docencia en universidades de Estados Unidos, otros hacen posgrados en México y el exterior. Justina puede presumir que ha inspirado 50 tesis de diversos niveles a su estudio y ha formado a chicos desde el bachillerato hasta el doctorado.