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A más de 250 metros de profundidad, tiene rastros de lluvia actual, explica experto

Contaminantes del agua subterránea ponen en riesgo el suministro mundial

El recurso más reciente contiene más carbono radiactivo por haber estado expuesto a la atmósfera y al suelo afectado por los ensayos nucleares, según investigación presentada en Viena

 
Periódico La Jornada
Miércoles 26 de abril de 2017, p. 2

Viena.

La actividad humana es una amenaza para la pureza de las reservas de agua conservadas en el subsuelo durante milenios y que se pensaba eran ajenas a la contaminación, reveló un estudio.

Aunque se encuentre a más de 250 metros de la superficie terrestre, la denominada agua fósil subterránea –porque tiene más de 12 mil años de antigüedad– presenta rastros de lluvia actual, precisa el estudio publicado este martes.

Ello sugiere que los pozos profundos, que se suponía eran capaces de llevar agua antigua a la superficie, son vulnerables a los contaminantes derivados de actividades modernas en la superficie, agrega Scott Jasechko, de la Universidad de Calgary, Canadá, coautor de la investigación.

Proceso milenario

Se trata de agua de lluvia o procedente del deshielo que se filtra a través de las capas rocosas superiores de la Tierra para acumularse en acuíferos subterráneos, proceso que puede llevar miles o incluso millones de años y que fue formando las reservas más grandes de agua dulce no congelada presente en los continentes.

El recurso subterráneo llega a la superficie por medio de pozos profundos destinados al consumo humano o la irrigación y abastece cerca de un tercio de las necesidades humanas, incluyendo agua potable para miles de millones de personas.

En éste, el más reciente estudio sobre el tema, presentado en una reunión en Viena de la Unión Europea de Geociencias, Jasechko y su equipo se propusieron determinar qué proporción del agua subterránea tiene más de 12 mil años de antigüedad.

Recurrieron a la firma de carbono del agua fósil, es decir, situada a más de 250 metros, para diferenciarla de los recursos más jóvenes.

El agua más reciente contiene más carbono radiactivo por haber estado expuesta a la atmósfera y al suelo contaminado por los ensayos nucleares desde los años 50.

Las aguas fósiles, en comparación, se mantuvieron aisladas bajo tierra mucho tiempo sin que la actividad humana las alterara.

La comparación demostró que una proporción sustancial del agua dulce mundial es de edad fósil, acumulada hace más de 12 mil años, indicó.

En contraste, sólo una pequeña proporción de agua subterránea se acumula en un periodo correspondiente a la vida humana de años o décadas.

Los investigadores realizaron luego una estimación del grado de contaminación potencial.

Inesperadamente, concluyeron que el agua resultante de la lluvia y la nieve actuales a menudo se mezcla con las reservas fósiles subterráneas.

La mitad de los pozos de agua subterránea que estudiaron contenía tritio, un isótopo radiactivo del hidrógeno hallado en el recurso mucho más joven.

Esta observación pone en tela de juicio la percepción de que las aguas subterráneas son en buena medida inmunes a la contaminación moderna, señala el estudio, publicado en Nature Geoscience.

Eso significa que los pozos de agua fósil, y probablemente los acuíferos de los cuales forman parte, son más vulnerables a los contaminantes modernos de lo que se pensaba.