Herencia maldita
l domingo, de nueva cuenta las mujeres de varios estados salieron a marchar contra la violencia machista. Si las mujeres siguen reclamando su derecho a una vida libre de violencia es porque ni la sociedad ni el Estado se los ha podido garantizar.
En Aguascalientes, ante la negativa permanente del Congreso local a discutir la tifipicación del feminicidio, la fiscalía de Óscar González Mendívil sólo registró un caso en 2016.
La semana pasada se difundió el trabajo que María Salguero realizó para relacionar los feminicidios perpetrados durante 2016 en México cruzando información del programa Google Maps y notas publicadas en periódicos. En Aguascalientes registró cuatro casos, catalogados como homicidios agravados, mientras el Observatorio de Violencia Social y de Género documentó cinco casos.
Si bien la tipificación y el conocimiento de las cifras no acabarán con los feminicidios, sí abonarían a erradicar la impunidad de estos crímenes de odio.
La semana pasada se confirmó que los restos de Aurora Salas Mora fueron encontrados después de nueve meses de su desaparición. El observatorio sospecha que se trató de un feminicidio. El nuevo fiscal, René Urrutia de la Vega, se limitó a hablar con una radioemisora sin ofrecer una versión oficial, como lo hacían sus antecesores, Felipe Muñoz y González Mendívil, quienes culpaban a las víctimas por salir de noche, lo cual las revictimizó a ellas y a sus familias, a quienes presionaban para que no hablaran con los medios, con la promesa de solucionar los casos.
Los fiscales incumplieron el compromiso de elaborar protocolos y trabajar con asociaciones civiles. Lo mismo está haciendo la nueva fiscalía. Junto con el Congreso, perpetúa la herencia maldita de negar justicia, otra muestra de la violencia institucional contra la cual las mujeres marcharon.
Twitter: @jornadags