n México, en materia legal, importa más la forma que el fondo del asunto. A diferencia de otros países, donde lo que se analiza es el delito cometido, en el nuestro se toma más en cuenta la manera en que se presenta la información, lo que lleva a todo tipo de trampas en los juzgados.

Este es precisamente el caso de una denuncia por fraude cercano a 500 millones de dólares que realizó Banamex (Citibank) en 2014 contra Oceanografía, la empresa de Amado Yáñez, quien entregó facturas apócrifas de Pemex Exploración y Producción para obtener recursos mediante el esquema de factoraje por las cuentas por cobrar de Oceanografía.

Históricamente, Oceanografía recibía ese servicio de Banamex, al que entregaba las facturas por cobrar y el banco se las pagaba con un descuento. Posteriormente, Banamex realizaba los trámites necesarios para cobrar las facturas correspondientes con Pemex Exploración y Producción.

Sin embargo, ante los excesos y malos manejos de Oceanografía, el derroche de recursos en equipos de futbol, compras de casas en México y en el extranjero, yates, viajes y automóviles, la empresa de Amado Yáñez comenzó a naufragar y a hacer trampas, al entregar facturas por supuestos trabajos realizados en Pemex, sin que se llevaran a cabo y sin que las facturas fueran avaladas por la empresa petrolera.

Ante este mal manejo de los recursos por Oceanografía el que más ha perdido hasta el momento es Citibank, ya que por ese fraude salieron más de 10 funcionarios del banco, entre ellos Javier Arrigunaga, director general de Banamex, y Manuel Medina Mora, vicepresidente de Citibank, quien tenía muchas posibilidades de llegar a la presidencia de esta institución financiera.

En cambio, en el caso de Oceanografía las autoridades ya liberaron a Amado Yáñez tras el pago de una fianza simbólica de 7.5 millones de pesos y ahora son los tenedores de bonos y acreedores de Citibank, por un lado, y Oceanografía, por otro, los que demandan al banco. Además, un tribunal federal en México rechaza reconocer los adeudos en favor de Banamex por ser técnicamente factoraje y no un crédito.

Así funciona la justicia mexicana, donde la institución que roba puede ganar el caso aunque se compruebe que cometió un delito.

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