El Gobierno de la Ciudad de México anunció el saneamiento de las 412 hectáreas del Bordo Poniente y la habilitación de una central eléctrica, con lo que se dejarán de emitir a la atmósfera un millón de toneladas de dióxido de carbono (CO2) al año y se producirá energía eléctrica que abastecerá la red de alumbrado y edificios públicos de la capital.

El jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa, destacó que con este proyecto, además del biodigestor que se construirá en Tláhuac, se generará electricidad suficiente para iluminar la ciudad y dar energía al Metro, todo a través de la basura, por lo que, aseguró, éste será el verdadero legado mi administración.

A más de cinco años de su cierre como tiradero a cielo abierto y con un acumulado de 70 millones de toneladas de residuos sólidos, finalmente se dará inicio a esta obra denominada Etapa IV del Bordo Poniente, planeada en la administración pasada, la cual entregó la concesión del terreno al consorcio Sistemas Eléctricos Metropolitanos, formado por empresas de capital mexicano y español.

La inversión será de 3 mil millones de pesos, que aportará el particular con el esquema de asociación pública privada (APP) e incluye el saneamiento del terreno, que contiene alrededor de 4 millones de metros cúbicos de lixiviados (líquidos contaminantes), que serán tratados para transformarlos en agua de riego.

Asimismo, las 412 hectáreas del predio (que equivalen a mil 19 canchas profesionales de futbol) serán cubiertas con un sello geotextil que impedirá la emisión de un millón de toneladas de CO2 (equivalente a las que generan 21 mil 500 microbuses) y se construirá una central eléctrica que generará 508 gigavatios de electricidad al año.

De esta forma, según las expectativas de las autoridades locales, el proyecto permitirá ahorrar 500 millones de pesos al año en el pago de electricidad, pues la energía que se genere se utilizará en las 517 mil luminarias que hay en la ciudad y abastecerá a mil 700 edificios públicos.

En la presentación del proyecto, Mancera Espinosa señaló que éste marca un antes y un después en la gestión de residuos sólidos y en la generación de energía limpia, pues se trata de un esquema que revierte pasivos ambientales para convertirlos en beneficios tangibles.

Ante los titulares de las secretarías de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade Kuribreña, y de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, manifestó que sin la voluntad de apoyo de las autoridades federales no se hubiera logrado sacar adelante el proyecto.

Recalcó que se tiene garantizada, en los próximos cuatro años, la venta de 200 mil toneladas de CO2, a un precio asegurado de 3.5 dólares la tonelada, y que otros beneficios que se obtendrán será tener acceso a bonos verdes y de carbono, que permitirán contribuir al financiamiento de proyectos de eficiencia energética, infraestructura hidráulica y transporte sustentable.

Meade Kuribreña señaló que la aportación de la secretaría a su cargo es el financiamiento, por lo que detrás de este proyecto se encuentran instituciones financieras como el Banco Nacional de Comercio Exterior, mientras Joaquín Coldwell resaltó que la electricidad que generará el Bordo Poniente cada año será 3.6 veces toda la energía que se produjo en México con biogás el año pasado.