Los señalamientos de un funcionario español de que la civilización mexica era un régimen sangriento parecido al de los nazis y por tanto no se debe lamentar su extinción, es una muestra escandalosa de ignorancia y falta de entendimiento de dicha cultura mesoamericana y de prácticas como el sacrificio humano, subrayó el académico universitario Patrick Johansson.

Como se informó en estas páginas el jueves pasado, el presidente de Radio y Televisión Española, José Antonio Sánchez, señaló durante una conferencia que lamentar la desaparición del imperio azteca es como mostrar pesar por la derrota de los nazis en la Segunda Guerra Mundial. La cultura azteca era un totalitarismo sangriento fundado en los sacrificios humanos.

De igual manera, el funcionario –supuestamente ligado a grupos ultraconservadores– consideró que España no llegó a América a colonizar, sino en una tarea evangelizadora y civilizadora, que es la que ha llevado a los pueblos bárbaros de la esclavitud a la libertad.

En el mismo sentido, negó que los españoles se hayan dedicado al exterminio de indígenas, porque eran personas que vivían en un país lleno de catedrales y conocían a artistas como Dante Alighieri, Francesco Petrarca y Miguel Ángel Buonarotti.

Es un escándalo que se haya atrevido a decir algo así, después de que ha habido trabajos de personas que conocen a fondo las culturas indígenas prehispánicas, enfatizó Johansson, académico del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Nacional Autónoma de México.

De acuerdo con el también profesor de literaturas mesoamericanas, prácticas como los sacrificios humanos deben entenderse en su contexto histórico y antropológico, en vez de condenarlos bajo la óptica occidental.

Desgraciadamente pervive esta idea de que las civilizaciones occidentales son superiores a las mesoamericanas, pero es un hecho que los colonizadores cometieron crueldades. Este señor (José Antonio Sánchez) debería revisar sus ideas y pedirle una disculpa al pueblo de México, señaló el especialista.