En la entrega de galardones del 46 Certamen Nacional e Internacional de Periodismo se recordó a los comunicadores asesinados y agredidos en el país con un minuto de silencio y se exigió justicia.

A Enrique Galván Ochoa, presidente del consejo de administración de Demos, Desarrollo de Medios, empresa editora del periódico La Jornada, le otorgaron el Premio Nacional de Periodismo por análisis económico.

Obtuvo tal distinción por el “alto valor del análisis económico desde otra perspectiva, independiente en su visión y por la utilidad social horizontal de su columna Dinero, publicada en el diario La Jornada”, se mencionó al entregarle el galardón.

Mario Méndez Acosta, presidente del Club de Periodistas, señaló que la situación de desamparo de los comunicadores en México se hace día con día, año con año, más acentuada e intolerable.

Asimismo, recordó el reciente y cruel asesinato de Miroslava Breach, corresponsal de La Jornada en Chihuahua.

Estos crímenes muestran a nuestro país como una nación irremediablemente hundida en la anarquía e ingobernabilidad, así como un estado de violencia de la que nadie literalmente está a salvo. Indicó que 56 por ciento de estos crímenes son causados por autoridades corruptas que desean silenciar cualquier denuncia y criticó las líneas de investigación que siguen las autoridades.

Celeste Sáenz de Miera y Aguiar, secretaria general del Club de Periodistas, dijo que en los seis años recientes han ocurrido “más de 2 mil atentados contra periodistas" y sólo tres casos se han resuelto.

Recordó a Armando Arrieta Granados, jefe de redacción del periódico La Opinión, de Poza Rica, Veracruz, quien fue baleado el miércoles, Miroslava Breach, Ricardo Monlui Cabrera y Cecilio Pineda, director del diario La Voz de la Tierra Caliente, e hizo referencia a todos los comunicadores caídos en el desempeño de su labor.

José Arnulfo Domínguez, director general de medios estatales de la Presidencia de la República –en representación del presidente Enrique Peña Nieto–, aseguró que la libertad de prensa y de expresión que se vive en México, a pesar los contratiempos, es plena.

Destacó que el gobierno lamenta los asesinatos de periodistas y se pronuncia por que se haga justicia, y reconoció que el de los periodistas es un gremio agraviado por la violencia criminal.

Aseveró que también es muy fácil difamar a través de los medios y en ocasiones se ha informado de forma majadera en contra del Ejecutivo y las fuerzas armadas.

Defendió el papel de las fuerzas armadas en la lucha contra el crimen organizado. Son inadmisibles e inaceptables los señalamientos sobre violación de derechos humanos por los elementos castrenses. Sobre este tema se ha hablado con mentiras y con intención de difamar.