La Auditoría Superior de la Federación (ASF) informó a la comisión especial que indaga los contratos del gobierno federal con Higa, OHL y Odebrecht, que en todos los casos los montos originales se incrementaron incluso ciento por ciento, debido a convenios de ampliación e incluso en algunas ocasiones se pagó de más para que las mismas empresas terminaran sus trabajos inconclusos.

Los auditores señalaron que indagaron contratos de Odebrecht entre 2009 y 2013 por adjudicación directa, y en 2014 se encontraron nuevos contratos con Petróleos Mexicanos (Pemex), lo cual nos dio mala espina.

Durante la reunión con los diputados, el auditor especial de Cumplimiento Financiero, Juan Javier Pérez Saavedra, explicó que si bien en la investigación realizada en Estados Unidos se confirmó que Odebrecht entregó sobornos, en las auditorías practicadas por la ASF “no hay forma de detectar si hubo un ‘pago por fuera’. No tenemos elementos, al menos que haya una denuncia”.

Aun así, la ASF comenzó una auditoría en la Cuenta Pública de 2016, que se presentará el próximo año, sobre la forma en que se otorgó el contrato a esa empresa para construir la planta de Etileno XXI, en Veracruz, así como el proceso de desincorporación de la compañía que Pemex Gas y El Paso Energy Internacional Company fundaron: Grupo Gasoductos de Chihuahua.

Porque con esa operación, detalló Pérez Saavedra, aparentemente ha cerrado las posibilidades de fiscalización de sus operaciones previas, pero en la cuenta 2016 revisaremos la enajenación de las partes sociales que tenía Pemex en esta empresa (Grupo Gasoductos de Chihuahua) que ya no existe.

El director general de Auditoría de Inversiones Físicas, Celerino Cruz García, refirió que se revisaron dos contratos por asignación directa a la empresa brasileña para la reconfiguración de la refinería de Minatitlán, donde se presentaron problemas por cambio de proyectos, incremento al precio del dólar y se firmaron convenios adicionales.

“El finiquito se hizo hasta 2013, aunque el proyecto estaba programado para 2008. La historia de Odebrecht es que tenía que concluir la obra, pero no se podía meter a otra empresa para que concluyera los trabajos en Minatitlán.

Refirió que las alertas en la ASF se encendieron en 2014, cuando se encontraron nuevos contratos de Pemex con Odebrecht para las refinerías de Tula y Salamanca, porque el Consejo de Administración de la entonces paraestatal autorizó la adjudicación directa y el incremento del contrato.

En el caso del Hangar Presidencial, otorgado a Grupo Higa, Pérez Saavedra refirió que se trató de una obra asignada por 865 millones, que se elevó a mil 60 millones, sin contar con la obra que esa empresa dejó de ejecutar y que realizó la Secretaría de la Defensa Nacional, con un gasto adicional de 74 millones.

En respuesta a preguntas de los diputados, el auditor refirió que el Programa de Escuelas al Cien se está agotando, porque si bien los recursos aparentemente son ejercidos por la Federación mediante la Secretaría de Educación Pública, en realidad lo aportan los estados, que dan en garantía las aportaciones futuras.

–Es decir, ¿se endeudan? –cuestionó el diputado Vidal Llerenas (Morena).

–Yo no lo dije –contestó el auditor.

El problema es que las consecuencias son a largo plazo, porque pone en riesgo las aportaciones federales futuras a los estados.