A dos años del movimiento de jornaleros agrícolas del Valle de San Quintín, Baja California, en exigencia de mejores condiciones laborales, ‘‘sólo existen promesas incumplidas’’ de los tres niveles de gobierno, señalaron integrantes de la Caravana Nacional de Jornaleros por un Salario Justo y una Vida Digna, que permanece desde el domingo en la Ciudad de México.

En conferencia de prensa, los agricultores denunciaron que las minutas donde se planteaban diversas acciones gubernamentales para atender las demandas de los jornaleros de la mencionada región, ‘‘están muertas. No hay nada, seguimos igual que hace dos años’’.

Fidel Sánchez Gabriel, Lorenzo Rodríguez Jiménez, Avelina Ramírez y Bonifacio Martínez Cruz, dirigentes de la Alianza de Organizaciones Nacional, Estatal y Municipal por la Justicia Social, y del Sindicato Independiente Nacional Democrático Jornaleros Agrícolas, informaron que tras un año de ‘‘abandono’’, el pasado martes se reanudaron las mesas de trabajo con la Secretaría de Gobernación.

En esta reunión se entregó nuevamente el pliego petitorio, que incluye las exigencias de un salario mínimo de 300 pesos diarios y prestaciones de ley a los jornaleros, así como acceso a la seguridad social y terminar con el acoso laboral, entre otras muchas propuestas que se plantearon.

El único acuerdo alcanzado con las autoridades es que este viernes se instalará una ‘‘mesa de trabajo’’, que será encabezada por el subsecretario de Gobierno de la Secretaría de Gobernación, René Juárez Cisneros, quien se comprometió –según los jornaleros agrícolas– a realizar una visita a San Quintín, para ver las condiciones de vida de los campesinos, situación a la que ya fueron convocados diversos secretarios de Estado y sus antecesores en el cargo.

Denunciaron, además, que aunque desde hace un año la Secretaría del Trabajo y Previsión Social federal le dio la toma de nota al Sindicato Independiente Nacional Democrático Jornaleros Agrícolas, para tener una representación a escala nacional, existe un ‘‘enorme acoso y hostigamiento’’ de empresarios y autoridades para impedir a toda costa que se agremien.

La caravana llegó a la Ciudad de México el pasado domingo, luego de varias semanas de recorrer una decena de estados, en demanda de visibilizar su situación de rezago social e injusticia laboral.