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Penultimátum

Premio a Ida Vitale

E

l lunes pasado se entregó en París el premio de poesía Max Jacob, que patrocinan la Fundación Florence Gould y el Centro Nacional del Libro. Lo recibieron Guy Goffette (Petit riens por jours absolus), Ida Vitale (Ni plus ni moins) e Ivan Alechine (Enterrement du Mexique).

Florence Gould (1895-1983) fue hija del impresor francés Maximilien Lacaze, que hizo fortuna en California, y nuera del magnate estadunidense Jay Gould. Florence llevó amistad con las figuras más destacadas del arte y las letras. Creó la fundación que lleva su nombre para impulsar las relaciones culturales entre Estados Unidos y Francia, así como apoyar proyectos sociales.

Entre otros premios, su fundación patrocina el de poesía Max Jacob, en recuerdo del reconocido escritor, poeta, pintor y dramaturgo nacido en Francia en 1876 y muerto en el campo de concentración de Drancy en 1944. Fue Salvador Novo quien primero tradujo su obra en México.

Los tres ganadores del Max Jacob este año gozan de bien ganado prestigio. Guy Goffette (1947) es, además de poeta, novelista, incansable editor y traductor que ha recibido los reconocimientos literarios más importantes que se conceden en Francia. La mayor parte de su obra ha sido publicada por Gallimard.

Ida Vitale (Montevideo, 1923) es no sólo poeta, sino también traductora y ensayista, integrante de la generación del 45 con otros escritores uruguayos: Juan Carlos Onetti, Carlos Maggi, Mario Benedetti. La dictadura militar la obligó en 1974 a exiliarse en México. Entre nosotros trabajó en el periodismo (fue una de las fundadoras del diario unomásuno), la academia y en el campo editorial. Ha disfrutado del aprecio de nuestros intelectuales más importantes, destacadamente Octavio Paz.

A Ivan Alechine (Bélgica,1952) no solamente se le conoce por su trabajo poético, novelas, grabados y fotografías sino que, al igual que Ida Vitale, está muy ligado al quehacer cultural de México. A nuestro país llegó por petición que su padre, el pintor Pierre Alechinsky, le hizo a su amigo Alberto Gironella. En casa de Carmen Parra tuvo un tiempo su nuevo hogar. Después la cambiaría por la de los indígenas, especialmente huicholes y coras, con los que ha convivido por años y le cambiaron su manera de ver el mundo.

Con justa razón Alechine dedicó Enterrement du México (Entierro de México) a Fernando Vallejo y a la poeta belga Sophie Podolski, quien se suicidó a los 21 años. Es algo más que un libro de poesía: la voz de un testigo que ha visto y vivido intensamente la cruda realidad mexicana, la devastación de su paisaje y la degradación de su población. Inmerso en el México profundo, en las comunidades indígenas y su misterioso mundo (que a pesar de los siglos permanece intacto), es un libro intenso, desgarrador, conmovedor, sin adjetivos.