Viernes 24 de marzo de 2017, p. 31
Toluca, Mex.
La apertura comercial que se impuso con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) dejó a las pequeñas y medianas empresas (Pymes) mexicanas en condiciones desfavorables de competencia frente a las de otros países, reconoció el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo.
Cuando concretamos hace más de 22 años el proceso de apertura, sin duda dejamos que enfrentaran un mundo difícil, porque, al integrarnos globalmente, hace más de 22 años, dejamos una agenda pendiente de competitividad
, señaló durante su intervención en la Convención Nacional de Delegaciones, Sectores y Ramas Industriales 2017 de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra).
Guajardo agregó que la apertura comercial emprendida por el gobierno mexicano obligó a las Pymes a entrar a una competencia cuando tenían que pagar el doble por los precios de electricidad, cuando a veces ni siquiera tenían suficiencia de gas por la falta de infraestructura de gasoductos
en México.
Ante el titular del Ejecutivo, Enrique Peña Nieto, el funcionario federal también destacó que las empresas de menor tamaño se vieron obligadas a competir con tasas diferenciales de interés respecto de créditos internacionales, en un mundo donde insumos estratégicos, como las comunicaciones, estaban altamente concentrados.
Guajardo recordó que durante la convención de la Canacintra en 2013 se anunció el proyecto de la creación del Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem), instituto centrado para desarrollar las mejores prácticas en el medio de las pequeñas y medianas empresas y de concentrar la atención en cómo hacerlas crecer.
Pide el CCE no caer en políticas aislacionistas
Ante el cambio de gobierno en 2018, México debe continuar con su proyecto de nación enfocado en el libre comercio y no caer en políticas aislacionistas
o liderazgos mesianicos
, consideró por su parte el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Juan Pablo Castañón.
Debemos continuar con nuestro proyecto de nación, una nación libre, abierta, en un modelo económico que permita la creatividad, la innovación y, por supuesto, la responsabilidad empresarial y de los individuos. En ningún liderazgo conservador o aislacionista, y mucho menos mesiánico, podríamos nosotros sustentar una nación que tenga futuro
, dijo durante la convención nacional de la Canacintra.