El incremento en el precio de los combustibles impactó el sector de alimentos. De enero a marzo, el costo de los productos de la canasta básica aumentó 20 por ciento, en promedio, aunque el precio de productos como limón, jitomate, aguacate, calabaza y frutas han subido hasta 65 por ciento, por los costos de transportación y factores climatológicos, señalaron locatarios de la Central de Abasto.

Dichos aumentos, comentaron, han derivado en una caída hasta 40 por ciento en sus ventas, por lo que presentar los productos de manera atractiva se ha convertido en un gancho para atraer a clientes, aunque éstos cada vez repelan más y se llevan menos mercancía.

La situación que enfrentamos por el llamado gasolinazo está cañón, porque no podemos reflejarlo en el precio, pues sería ahorcarnos más, así que nos toca absorberlo, recortando personal, ventas y hasta proveedores para mantener el negocio, comentaron Miriam Rodríguez y Susana López.

Sergio Palacios, coordinador del mercado mayorista más grande de América Latina, explicó que de acuerdo con los levantamientos realizados por la Procuraduría Federal del Consumidor, estamos en precio muy por debajo de otro canal de distribución.

Tan sólo la canasta de hortalizas está 29 por ciento más barata que en autoservicios, mercados públicos o sobrerruedas, donde se vende en promedio en 189.32 contra 135 en la Ceda; mientras en abarrotes la diferencia es de 27 por ciento, al venderse en 160.48 contra 117 pesos, respectivamente, indicó.