El Sistema Nacional Anticorrupción (SNA) está en peligro de no dar los resultados que se esperan, ya que no hay ningún filtro para evitar la llegada de personajes ligados a grupos de poder, quienes serían susceptibles de manipulación y frenarían una lucha real contra esas malas prácticas.

Así lo afirmó Óscar Arredondo Pico, especialista en temas de combate a la corrupción, quien alertó que este fenómeno es todavía más peligroso cuando los grupos que se benefician de él logran modificar las leyes para cometer actos irregulares en su beneficio, pero que no son necesariamente ilegales.

En entrevista con La Jornada, el también asesor de grupos de la sociedad civil señaló que aunque el diseño de la reforma contra la corrupción es positivo, al plantear la colaboración entre los organismos de gobierno y un consejo consultivo ciudadano, el problema es quiénes le van a dar vida.

Si los encargados de erradicar este fenómeno son personas que forman parte del mismo sistema corrupto, no podemos pensar entonces en un cambio de paradigma. Tienen que ser procesos muy prolijos, que tengan el aval de la sociedad, por eso no podemos confiar en las mismas personas que nos han llevado a la actual situación, enfatizó el especialista.

Para Arredondo, ex integrante del Centro de Análisis e Investigación Fundar, las personas seleccionadas para formar el comité coordinador del SNA no garantizan imparcialidad, ni que existirán sanciones administrativas distintas a las que ya pone la Secretaría de la Función Pública en este momento.

La razón de que estos personajes ocupen puestos clave, indicó Arredondo, es que no existe un filtro ciudadano que permita revisar expediente por expediente para analizar quiénes son los especialistas que deben formar parte del sistema anticorrupción, mediante la supervisión de sus perfiles, experiencia y antecedentes.

“Pensando de forma realista y conociendo los intereses que están en juego, sí hay una tentación enorme de manipular estos procesos para tener personas afines (a los grupos de poder económicos o políticos).

El hecho de que en este momento haya un interés en controlar los cargos del SNA, sí nos desincentiva y nos quita la esperanza de un buen funcionamiento de este esquema, señaló Arredondo Pico.

Para lograr un avance real en la lucha contra la corrupción es necesario cambiar los marcos jurídicos que la permiten, debido a su gran discrecionalidad y permisividad, para después fortalecer a los órganos sancionadores, afirmó Arredondo, quien advirtió que diversos grupos políticos incluso han logrado cambiar las normas para que sus negocios irregulares ni siquiera estén fuera de la ley.