De mediático y electoral calificaron maestros y directores de primaria y secundaria el proyecto anunciado por la Secretaría de Educación Pública (SEP) para recibir en las aulas a niños y jóvenes retornados o deportados de Estados Unidos, pues destacaron que una cosa es poder ingresar al sistema de enseñanza y otra muy diferente que logre atender sus necesidades específicas.

Destacaron que el anuncio del titular de la SEP, Aurelio Nuño Mayer, de impulsar un plan de educación en español por medio de cursos rápidos impartidos por el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), al que canalizará 60 millones de pesos adicionales, no es una respuesta seria a un problema que los maestros nuevamente tendrán que enfrentar solos en los salones de clase.

Sin preparación para procesos traumáticos

En las escuelas, afirmó Luisa Castillo, maestra de primaria y con 15 años de experiencia docente, no hay información u orientación sobre cómo insertar a niños y adolescentes que vengan de Estados Unidos, y tampoco se ha difundido alguna estrategia para hacer frente no sólo a su falta de dominio escrito u oral de la lengua, sino cómo vamos a atender a quienes hayan enfrentado procesos muy traumáticos de desarraigo de sus familias, de su comunidad y de su escuela.

Profesores frente a grupo y directores reconocieron que uno de los primeros obstáculos para garantizar una inclusión exitosa y con equidad en el sistema educativo es la propia verticalidad y control que mantiene el sistema educativo, en el que los directores tenemos muy poca capacidad de gestión real para contender con un escenario para el que no estamos preparados, y un caso evidente son los niños migrantes, a quienes el sistema educativo no ha podido garantizarles una instrucción de calidad.

Cuestionados sobre el plan para la enseñanza del español, que se prevé anuncie la SEP en las próximas semanas, señalaron que tener el dominio básico de una lengua y garantizar que puedes continuar tu formación en un idioma diferente al que consideras tu lengua materna no es un proceso de uno o dos meses.

Norma Álvarez, maestra con más de 25 años de servicio, destacó que si como docente no dominas su lengua y el alumno no puede tampoco comunicarse contigo, se requiere de un proceso que demanda atención específica para ese estudiante, pero la realidad es que te obliga a descuidar a los otro 25 o 30 alumnos que tienes en el salón, concluyó.