Dos secciones mineras –la 3, correspondiente a Compañía Real del Monte de Pachuca, Hidalgo, y la 302, de la mina La Negra, de Maconí, Querétaro– concluyeron sendas revisiones en las que obtuvieron aumentos directos al salario de 7 por ciento, así como incrementos en prestaciones y plazas nuevas para trabajadores.

El Sindicato Nacional de Mineros, que encabeza Napoleón Gómez Urrutia, llevó a cabo dichas negociaciones y sostuvo que este gremio se caracteriza por lograr revisiones serias, sin afectar la viabilidad de las ­empresas.

Puntualizó el gremio que en la sección 3, perteneciente a una histórica mina de Real del Monte, que se dedica a la extracción de oro y plata, se obtuvo un aumento directo a los salarios de los trabajadores de 7 por ciento, así como mejoras en el seguro de vida y fondo de ahorro, y la creación de seis nuevas plazas.

En tanto, en la mina La Negra, la cual es de capital canadiense, produce plata y cobre, también se pactó 7 por ciento de aumento al salario de los mineros, más uno por ciento en una sola exhibición, lo que hace un global de 8 por ciento, y se autorizaron 19 nuevas plazas de trabajo ­sindicalizadas.

Incluso en esta última mina, la empresa cuenta con una tienda que da servicio a los trabajadores de la firma, así como a las personas de las comunidades aledañas, y abastece de alimentos a precios más bajos que el comercio local.

Los trabajadores de las dos minas aprobaron en sendas asambleas las negociaciones pactadas y enviaron mensajes de lealtad y solidaridad a Gómez Urrutia, quien desde Vancouver, Canadá, encabezó las negociaciones. Explicaron además que la política del sindicato minero es negociar, contrario a lo que han calumniado los enemigos del gremio, como sindicatos charros y líderes espurios de otras organizaciones, que han sostenido que esta organización sólo amenaza con huelgas.

El sindicato planteó que, muy por el contrario, las empresas con que se mantienen relaciones laborales reconocen la “seriedad y responsabilidad de la política que encabeza el actual comité ejecutivo –que preside Gómez Urrutia–, y que se negocia en fa­vor de los mineros, sin afectar la bonanza y viabilidad de las compañías contratantes.