Lima.

Castigado por las lluvias, avalanchas de lodo y desbordes de ríos, Perú intenta resolver la falta de agua potable en las zonas norte y centro de su territorio y se prepara para reconstruir vías que permitan el flujo de alimentos a la capital.

Unas 11 regiones se mantenían este lunes comunicadas de manera limitada por la destrucción de carreteras y puentes. Según el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) mil 909 kilómetros de carreteras fueron destruidos por los desastres naturales. En Chiclayo, 770 kilómetros al norte de Lima, la gente arriesgaba su integridad para atravesar las riadas y continuar con su vida diaria. Esta es una constante en muchas ciudades de esa parte del país, como Trujillo o la devastada Huarmey, donde las alertas por amenazas de nuevas avalanchas de lodo se mantendrán al menos por una semana más.

El último informe oficial reporta 75 muertos de enero a la fecha –una treintena de ellos en la última semana– producto de las inundaciones en todo Perú, a causa del fenómeno del Niño Costero, que eleva las temperaturas del mar de la costa peruana, generando alta evaporación y fuertes lluvias.

Son casi 100 mil damnificados –que lo perdieron todo– y más de 600 mil afectados con daños menores en su propiedad.

No hagan caso a los agitadores que dicen que hay desabasto. Eso es mentira, aseguró el presidente Pedro Pablo Kuczynski, en medio de temores desatados principalmente en redes sociales sobre una posible escasez de alimentos y falta de agua.

Sabemos que es una situación difícil, pero se está controlando y tenemos la esperanza de que va a pasar pronto, agregó.

Por lo pronto, 24 personas fueron arrestadas por difundir informaciones falsas en las redes sociales, en particular sobre supuestos robos masivos, y otras 15, incluidos 13 menores de edad, fueron detenidas en populoso distrito limeño cuando llegaron convocadas por Facbeook para participar en supuestos saqueos en medio de la crisis humana a causa de las inundaciones, informó el ministro del Interior, Carlos Basombrío.

La carretera Central, principal vía que conecta Lima con las regiones centroandinas del país, se encuentra parcialmente bloqueada. Por ahí llega la comida para los 10 millones de habitantes de Lima.

Esto generó que los precios de algunos productos se incrementaran el fin de semana, como el limón, que pasó del equivalente a un dólar el kilo hasta 9 dólares. El lunes, el precio iba a la baja progresivamente.

En la región Tumbes (fronteriza con Ecuador) las plantaciones de arroz y otros productos agrícolas dejaron pérdidas que superan 5 millones de soles (1.5 millones de dólares).

El ministro de Agricultura, José Hernández, informó que la madrugada de este lunes ingresaron 5.9 toneladas de alimentos al mercado mayorista de Lima, monto mayor en 12 por ciento a lo registrado ayer en este centro de abastos.

Martín Vizcarra, ministro de Transportes, dijo a la radio RPP que no se cerrará la carretera Central, pero dará prioridad a los vehículos de carga de alimentos y de transporte colectivo de pasajeros.

Al menos 25 puentes de la red vial nacional y 100 de las redes vecinales y departamentales deberán ser remplazados, informó Vizcarra. Uno de los más importantes es el puente Virú, en el kilómetro 515 de la Panamericana Norte, colapsó el sábado luego de la erosión que causó la crecida del caudal del río Virú.

Este lunes, el abastecimiento de agua potable en Lima era restringido. La población aún tenía que hacer largas filas en los parques con baldes para abastecerse. El jefe del servicio de agua potable, Rudecindo Vega, aseguró que 85 por ciento de los capitalinos ya tenían el servicio restituido.

El primer ministro Fernando Zavala dijo que de acuerdo con los pronósticos oficiales, se esperan lluvias entre martes y jueves, sobre todo en regiones del norte como Tumbes, Piura, Lambayeque y La Libertad.