Antes de competir, Rommel Pacheco sufrió una fuerte infección estomacal que lo mandó al hospital en Pekín. Estuvo 14 horas internado y apenas lo dieron de alta se fue directo a la alberca para estar en la Serie Mundial.

El clavadista yucateco relató: Estaba deshidratado y con todo dimos pelea Jahir (Ocampo) y yo, nos quedamos a dos puntos de ganar el bronce. No sé si fue la comida que nos dieron en el avión o desde que salimos de Ciudad de México lo que me hizo daño y terminé en el hospital.

Pacheco compitió en el trampolín de tres metros sincronizados e individual y a pesar de la debilidad se quedaron a nada de las medallas en el inicio de las series mundiales en Pekín y Guangzhou, a las que son invitados los ocho mejores representantes de cada especialidad.

Un cuarto y quinto lugar en ambas series es un balance bueno, analiza el campeón de la Copa del Mundo y finalista olímpico en Río de Janeiro.

“En la semifinal le gané al campeón olímpico y pasamos de los 500 puntos, lo cual es bueno, porque significa que mantenemos el nivel y estamos en la pelea.

La idea era ganar medallas y no regresar sin nada. Tenemos que afinar detallitos y cosas que hay que ir trabajando para las series que nos faltan en Rusia y Canadá, explicó el experimentado clavadista, quien participó con Dolores Hernández en la prueba de mixtos, en la que finalizaron en cuarto lugar.

Lo importante, añadió Pacheco, es el fogueo que vienen acumulando los jóvenes que trabajan con Ma Jin y cuyo resultado se dio con la medalla de plata de Viviana del Ángel y Randal Willars, en la plataforma sincronizada, prueba que todavía no está avalada en el programa mundial ni olímpico.

La próxima semana viaja a Kazán para competir del 31 de marzo al 2 de abril, y posteriormente en Windsor, del 21 al 23 de ese mes, para el selectivo y obtener el pase al Mundial de Budapest para dar un buen resultado este año.