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Casi 650 compañías anuncian interés en el proyecto

Empresarios superan conflicto ético con ganancias por el muro

Para algunos de origen latino la decisión es más difícil, señalan

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Agentes de la Patrulla Fronteriza interrogan a dos migrantes indocumentados en McAllen, Texas, después de que los capturaron cuando ingresaban a Estados UnidosFoto Afp
 
Periódico La Jornada
Jueves 16 de marzo de 2017, p. 10

Washington.

En Estados Unidos, empresarios de origen latino ofrecen sus servicios para construir el muro antinmigrantes en la frontera con México que prometió el presidente Donald Trump, pese a la controversia y en algunos casos la conciencia.

Siendo yo hispano lo hace más difícil, dice Michael Luera, dueño de una empresa de recolección de datos geológicos de Texas, quien expresó su interés en trabajar en el proyecto, amargo epicentro del debate sobre la inmigración en Estados Unidos.

Su decisión no fue fácil.

Cuando esta polémica afecta a todos los mexicanos, me afecta, porque yo conozco a muchos de ellos que no son mala gente y vienen aquí a trabajar duro, manifestó el empresario de ascendencia mexicana, aunque él es estadunidense de tercera generación.

Para Luera, como para otros empresarios, la posibilidad de aprovechar una obra colosal como el proyecto del muro, con un costo de varios miles de millones de dólares, hace inclinar la balanza.

Esencialmente es una decisión empresarial, dijo por su parte Mario Burgos, propietario de una empresa constructora en el estado de Nuevo México.

Apuntó: Obviamente, cuando uno ve una oportunidad al alcance de la mano, no puede ignorarla. Veo al muro en la misma forma en que veo a buenos vecinos poner cercas, aunque añadió que siempre se siente uno incómodo con todo lo que sea antinmigrante.

Pese a que aún está en la nebulosa, el peso económico del proyecto atrae a grandes grupos, como el franco-suizo LafargeHolcim, que dijo estar listo para vender material para cualquier proyecto de infraestructura en Estados Unidos, gesto que provocó una alerta del propio presidente francés.

Hasta el grupo mexicano Cemex adoptó la misma postura.

En total, aproximadamente 650 empresas de todos los tamaños –incluyendo 66 de propiedad de latinos– respondieron al llamado del 24 de febrero del Departamento de Seguridad Interior (DHS, por sus siglas en inlgés) de precalificación para la obra.

El llamado formal de ofertas, previsto para este miércoles, fue aplazado a una fecha no determinada, dijo el DHS, el cual aseguró que el interés por el proyecto es elevado.

El gigante irlandés de la construcción CRH dijo que el proyecto no es de nuestro interés.

La empresa estadunidense BTP 84 Lumber causó sensación con un anuncio publicitario en el que sus obreros construyen una gran puerta en el muro para que pase una madre con su pequeña hija.

En tanto, algunos empresarios estadunidenses pequeños y medianos, interrogados por la Afp, consideraron que no cabe un problema de conciencia en este caso.

Uno de ellos, que solicitó el anonimato, porque hay muchos locos allí afuera, manifestó que participar en un proyecto de esta naturaleza sería ofrecer un servicio a su país.

Soy hispano, pero soy estadunidense por encima de todo y quiero asegurarme de que todos cumplan las leyes, dijo este empresario.

Si tengo que ir a la guerra y matar a alguien, estaré haciendo apenas mi trabajo. Si el gobierno necesita constructores para hacer el muro, estaré haciendo mi trabajo, agregó este veterano de las guerras de Irak y Afganistán.

Ni a favor ni en contra

Otros se mostraron irónicos. ¿En serio hay una controversia? Yo no sabía que había personas irritadas a causa del muro. ¿Tú sabes quiénes son?, dijo Marc Uribe, responsable de una empresa constructora de California.

Algunos más alegan que todos los grandes proyectos de infraestructura siempre generan polémica. Todos los proyectos, ya sea de una central nuclear, una autopista, el estacionamiento de un aeropuerto o un barrio precario en una ciudad, siempre generan controversia, dijo Joe Moreno, quien posee, con su hermano Alfonso, una empresa constructora en Arizona.

Si evitamos cada proyecto controvertido no tendríamos trabajo, apuntó. No estamos ni en favor ni en contra del muro, dijo Moreno, y agregó que hay que presentarse a los llamados, porque participar en el proyecto ayuda a pagar las cuentas.

Admite que su origen hispano puede ser una ventaja en un proyecto que está en medio de dos culturas.

Tenemos conciencia de los problemas que pueden surgir a cada lado del muro, entendemos los hábitos y el idioma de los dos lados de la frontera, apuntó.