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Los olvidados recursos Eduardo Espitia Rangel Doctorado en University of Nebraska-Lincoln con especialidad en mejoramiento genético. Investigador del INIFAP en los programas de Trigo-Avena y Recursos genéticos-Amaranto. Coordinador de la Red Amaranto SNICS-SAGARPA. Curador de la colección nacional de germoplasma de amaranto, investigador Nacional nivel III [email protected]
El amaranto tiene la capacidad de adaptarse a muchos tipos de suelos y condiciones poco favorables, además puede crecer en ambientes salinos con una baja disponibilidad hídrica y una alta intensidad luminosa. Este cultivo es importante por su alto valor nutritivo tanto en cantidad como en calidad de su proteína y biopéptidos, lo cual le confiere propiedades funcionales para prevenir enfermedades. México es centro de origen, por lo que es importante por su diversidad genética. Aquí se encuentran los amarantos que a nivel comercial producen los rendimientos más altos del mundo, además de genotipos con otras características importantes como precocidad, porte bajo de planta y adaptación a diversos climas, que permiten hacer del amaranto un cultivo sustentable. A pesar de esta riqueza genética, no se ha logrado que el amaranto sea considerado un cultivo primordial en México, como lo fue en tiempos prehispánicos. Recursos genéticos. Hasta la fecha se ha logrado colectar mil 200 accesiones de amaranto tanto cultivado como silvestre. En el estado de Puebla se encontró principalmente A. hypochondriacus raza Azteca en las partes altas, debajo de los dos mil metros sobre el nivel del mar (msnm), y en las partes bajas, debajo de los mil 800 msnm, se encontró principalmente A. cruentus. En Huazulco y Amilcingo, Morelos se encontró A. cruentus raza Mexicana; es aquí donde probablemente se tenga la mayor variabilidad de materiales cultivados de esta especie. En el área agrícola de la Ciudad de México se encontró A. hypochondriacus raza Azteca; de igual manera en las localidades del Estado de México y en Tlaxcala. También se encontró que en el germoplasma de la Raza Azteca se tienen los materiales de mayor potencial de rendimiento de grano en todo el mundo. De la raza Nepal, proveniente de ese país e introducida en los años 80’s, se obtuvieron materiales más precoces y de menor altura, los cuales tienen potencial para desarrollar variedades adecuadas para un cultivo más sustentable. Mejoramiento genético. En nuestro país son pocas las instituciones que están haciendo mejoramiento genético. El Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) tiene desde hace más de 30 años un programa para el estudio del amaranto y se ha realizado mejoramiento de este cultivo. La metodología utilizada fue en principio la evaluación entre colectas y después la selección masal estratificada dentro de las colectas sobresalientes. En hibridación se utilizó el cultivo de plantas en contenedores pequeños para aprovechar la plasticidad fenotípica de la especie y así facilitar la polinización artificial.
Empleando la selección masal estratificada dentro de colectas se obtuvieron las variedades Revancha, Rojita, Nutrisol, Amaranteca y Benito. Las tres primeras de la especie A. hypochondriacus y mejor adaptadas a condiciones de clima templado de los valles altos del país; mientras que las dos últimas pertenecen a la especie A. cruentus y están mejor adaptadas a regiones de clima semitropical y a siembras de invierno por ser de fotoperiodo neutro. Dentro de los avances de resultados por hibridación se tiene materiales precoces (115 días a madurez) y de baja estatura que pueden servir para sistemas de producción intensivos. Otro carácter importante es el almidón aglutinante y no aglutinante dependiendo del contenido de amilosa. Se tiene un grupo de líneas para probar este carácter y determinar qué ventajas confiere en la elaboración de productos novedosos como el sushi y otros aglutinados. El crecimiento determinado podría resultar de interés para mejoramiento genético con la finalidad de uniformar madurez, tamaño de semilla y cosecha mecánica. Hay otros programas de mejoramiento en los que se han obtenido variedades diferentes como Areli, Laura, PQ2, Diego, Gabriela, L4, además de un sinnúmero de variedades nativas de los productores. Comentario final. El hecho de tener la mayor variabilidad genética de amaranto en el mundo es un verdadero tesoro que desafortunadamente no se ha aprovechado de forma adecuada por el desinterés hacia este cultivo. Se tiene además la metodología para obtener variedades más productivas y con mejores características agronómicas y al personal con el conocimiento de las mismas y del cultivo. Se tiene todo para hacer del amaranto una especie importante dentro del patrón de cultivos disponibles para el productor. Para aprovechar todas las características agronómicas, nutritivas y funcionales que tiene este cultivo hace falta solo la voluntad política.
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