Organizaciones civiles hicieron un llamado a las autoridades de salud para que se refuercen las campañas contra el tabaquismo, adicción relacionada con uno de cada tres casos de cáncer en el país. La enfermedad ocasiona la muerte de 80 mil personas en México al año, aproximadamente.

En conferencia con motivo del Día Mundial contra el Cáncer (4 de febrero), los activistas señalaron que además de campañas de información sobre el padecimiento, el gobierno debería aumentar el impuesto a los productos del tabaco, por ser la mejor alternativa para desalentar el consumo y prevenir los tumores malignos y otros padecimientos graves.

La medida fiscal tiene un impacto mayor entre los jóvenes que no se inician en el hábito de fumar o los que lo dejan por no poder comprar cigarrillos, advirtieron el Consejo Mexicano contra el Tabaquismo, que preside el oncólogo Juan Zínzer, y Erick Antonio Ochoa, de la Fundación Interamericana del Corazón.

Recordaron que en la región de las Américas se registran 2.8 millones de nuevos casos de personas con cáncer, de las cuales casi la mitad (1.3 millones) mueren por esa causa en forma prematura, ya que poco más de la mitad de los afectados tienen 65 años de edad o menos.

En México, el tabaquismo se asocia con más de 66 mil decesos al año y es de llamar la atención que 10 por ciento de los fallecidos nunca había fumado, indicaron.

El humo, con sustancias muy tóxicas

Guadalupe Ponciano, directora del Programa de Investigación y Prevención del Tabaquismo de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México, recordó que el humo de cigarrillo contiene alrededor de 7 mil sustancias químicas, de las cuales, unas 250 son altamente tóxicas y más de 70 son productoras de cáncer.

Antonio Ochoa recordó que los costos de la atención médica para personas con padecimientos asociados al tabaco ascienden a 43 mil millones de pesos anuales. De ese monto, cerca de 12 mil millones se destinan al tratamiento de tumores malignos.

De ahí la importancia de contar con recursos económicos suficientes en el sector salud. Aumentar el impuesto al tabaco contribuiría a que el sector salud cuente con el dinero necesario para realizar campañas de prevención, mejorar la infraestructura y la atención de enfermedades como el cáncer.