Sociedad y Justicia
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Hospital de La Raza, primer lugar en este procedimiento

Paciente del IMSS, evidencia de éxito de trasplantes con células madres
 
Periódico La Jornada
Lunes 30 de enero de 2017, p. 33

Enfermedades de la sangre, principalmente cáncer (leucemia o linfomas) y algunos tipos de anemia, entre otros males, se pueden resolver con trasplantes de células progenitoras hematopoyéticas (células madres), procedimientos que se realizan en México desde los años 80, y con mayor éxito a partir de 1995.

Uno de estos mecanismos, con células del organismo propio, se practicó a Juan Heberto, hace 13 años en el Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional La Raza del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

En la actualidad, con 80 años de vida, el paciente es evidencia de la efectividad del procedimiento: está libre de la enfermedad. En 2016 se efectuaron 56 trasplantes con células madres en ese hospital, el cual ocupa el primer lugar a escala nacional en esta área, aseguró su director Ernesto Ayala.

En entrevista, comentó que cada año se practican entre 50 y 60 trasplantes de células madres, la mayoría autólogos, es decir, con células de los mismos pacientes y para el tratamiento de diferentes padecimientos. Sólo en 25 por ciento de los procedimientos se consigue la donación de algún familiar. En la mayoría de los casos, la sangre de los parientes directos –cuando los hay– no es compatible.

Indicó que 40 por ciento de los trasplantes se llevan a cabo en personas con algún tipo de linfoma, entre ellos el Hodkin, como el que padecía Juan Heberto, y 60 por ciento corresponde a individuos con leucemia o anemia aplásica.

Ayala aseguró que entre los diferentes tipos de linfomas el Hodgkin es frecuente. Sólo en el Hospital de Especialidades de La Raza, se registran de 80 a cien casos nuevos cada año. Dijo que tienen un registro de más de mil pacientes bajo control.

En la mayoría de ellos es posible combatir el padecimiento con tratamientos de quimioterapia, algunos con productos innovadores como los anticuerpos monoclonales. Sólo en algunos casos, como el de Juan Heberto que llegó en un estadio avanzado y grave, incluso ya con daño hepático, los médicos determinan si son candidatos para un trasplante de células progenitoras hematopoyéticas.

El linfoma es un cáncer en la sangre, en específico en los glóbulos blancos (parte del sistema de defensas del organismo), que crecen en forma desordenada y pueden derivar en diferentes tipos de neoplasias: Hodkin, no Hodkin y de tejidos, entre otros.

Juan Heberto tenía 67 años cuando empezó con malestares como agotamiento físico. Los primeros estudios clínicos indicaron daño en el hígado. Le dieron un diagnóstico y tratamiento para hepatitis, pero no mejoró. Luego llegó a La Raza, donde en un principio los médicos pensaron que tenía cáncer hepático, pero con otros estudios concluyeron que se trataba de linfoma Hodgkin, aseguró Jorge Vela, jefe del Departamento Clínico de Hematología del Hospital del Especialidades de La Raza.

Comentó que al final de diferentes tratamientos agresivos ya no había evidencia de enfermedad, aunque sí la probabilidad de que regresara. Por eso los expertos propusieron la realización del trasplante, el cual se realizó con éxito en 2004.