Organizaciones sociales realizarán una movilización el 20 de enero frente a la embajada de Estados Unidos en México para manifestarse en contra de Donald Trump, quien ese día tomará posesión como presidente del país del norte, y para que la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que se avecina beneficie a la población y no sólo a los consorcios empresariales.

Aparte, académicos del Seminario Universitario de Estudios Asiáticos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) aseguraron que es momento de que México venza el miedo a las amenazas y chantajes de Trump. Para ello, tiene que reconocer sus propias capacidades, no temer a la deuda y voltear la mirada hacia América Latina y Asia.

Señalaron que la desinformación, el miedo, la apatía, el conformismo, no atreverse a mirar hacia otros lados y el racismo nos detienen como sociedad.

Alicia Girón y Eugenia Correa, académicas del Instituto de Investigaciones Económicas; Moisés Garduño García, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, y el embajador Eduardo Roldán, llamaron a mostrar unidad, generar consensos, una mayor legitimidad y una mejor distribución de la riqueza.

En tanto, el rector de la Universidad Autónoma de Chapingo, Sergio Barrales, afirmó que el gobierno mexicano debe aprovechar que el presidente electo estadunidense Donald Trump quiere renegociar el TLCAN, para cambiar diversos aspectos de dicho acuerdo que han dañado al campo nacional, entre ellos la importación excesiva de diversos granos.

Las agrupaciones que se manifestarán ante la embajada estadunidense dieron a conocer un pronunciamiento de grupos sociales de México, Canadá y Estados Unidos. En el escrito demandan que cualquier renegociación del TLCAN sea transparente y participativa y que el acuerdo que surja permita mejorar la vida de los pueblos y proteger el medio ambiente.

Puntualizaron que el acuerdo trilateral ha beneficiado a los corporativos empresariales y lesionado los intereses de los trabajadores de las tres naciones, por lo que insistieron en que la renegociación debe privilegiar las necesidades humanas sobre la codicia de los grandes capitales.

Asimismo, dirigentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación aseveraron que en las aulas de educación básica del país, el magisterio está listo para garantizar el derecho a la instrucción de los niños y adolescentes que se vean obligados a regresar a México procedentes de Estados Unidos.

Enrique Enríquez Ibarra, secretario general del magisterio disidente de la sección nueve de la Ciudad de México, indicó que a ningún niño se le puede negar el derecho a la educación, pero es el Estado el que debe garantizar las condiciones para tener las escuelas preparadas ante deportaciones desde Estados Unidos.