En el motín del penal en Amazonas escaparon 184, de los cuales 58 ya fueron recapturados
Jueves 5 de enero de 2017, p. 21
Brasilia.
Las autoridades de Amazonas, en el norte de Brasil, fueron alertadas de una posible fuga en la prisión de Anísio Jobin, donde el pasado lunes ocurrió un motín que provocó la muerte de 56 reclusos y 184 fugados, informó este miércoles el ministro de Justicia, Alexandre de Moraes, luego de que el gobernador del estado, José Melo, apremió a las autoridades federales a reforzar la lucha contra el narcotráfico, al que culpa por la ola de violencia en la región.
Había un plan de fuga, por tanto, es necesario investigar si en realidad toda la confusión y las muertes ocurrieron para que los líderes (de una facción criminal que opera dentro de la cárcel) pudieran escapar
, dijo en rueda de prensa en Brasilia.
Alertado sobre la posibilidad de fuga, el gobierno local reforzó la seguridad, pero no notificó a las autoridades federales sobre esos planes y no hubo pedido de ayuda, aunque tampoco tenía la obligación de hacerlo, precisó.
La matanza, en la que muchas de las víctimas fueron decapitadas y quemadas, expuso los horrores de las prisiones sobrepobladas con poco personal.
Melo propuso crear un fondo nacional para financiar la reubicación de 10 por ciento de las fuerzas armadas hacia la frontera para detener el ingreso de cocaína a Brasil. En los últimos dos años nuestra población carcelaria se ha duplicado debido al narcotráfico. Necesitamos que las fuerzas armadas eviten que la droga entre al país
, sostuvo.
La policía investiga si el motín fue una venganza
entre facciones rivales que se disputan el control del narcotráfico en la estratégica región de Amazonas, próxima a Colombia, Perú y Bolivia. Los grupos delictivos son el Primer Comando de la Capital, originario de Sao Paulo, y el grupo local Familia del Norte, que habría cobrado revancha contra los primeros.
Hasta el miércoles por la tarde, 38 cuerpos habían sido identificados en un proceso que podría demorar semanas en completarse debido a la brutalidad de los asesinatos. La mitad de los fallecidos fueron decapitados, según la policía cienfífica.
Melo reportó la fuga de 112 presos del Complejo Penitenciario Anisio Jobim (Compaj) –donde estalló el motín entre el domingo y el lunes– y de 72 internos del Instituto Penal Antonio Trindade (Ipat), unidad de detención preventiva dentro del mismo recinto, en la periferia de Manaos, la capital estatal. Según las últimas informaciones, 58 de los 184 fugados ya fueron recapturados.
El motín fue contenido 15 horas después, cuando ya se había convertido en la mayor matanza en una prisión brasileña desde la del presidio de Carandirú, en 1992, en Sao Paulo, cuando el saldo fue de 11 presos muertos.
Este miércoles, otras dos personas murieron y dos resultaron heridas en una nueva revuelta en la prisión Romero Nóbrega de la ciudad de Patos, en el estado de Paraíba, informó el gobierno local.
El portal Globo señaló que se trató de una batalla entre dos grupos criminales.