Lunes 19 de diciembre de 2016, p. a14
Nueva York.
Un restaurante mexicano con una estrella Michelin, gastropubs por doquier, amantes de la buena mesa que llegan regularmente desde Manhattan: Queens, considerado por años un distrito insípido de Nueva York, se está volviendo un verdadero destino gastronómico.
Algo cambió en Queens una noche de octubre de 2015, cuando Lady Gaga caminó por una vereda del barrio de Astoria para asistir a la inauguración de Pomeroy, el restaurante chic de su amiga de la infancia, la chef Bo O’Connor.
Nueva York se dio cuenta de pronto de que Queens, situado frente a Manhattan, del otro lado del East River, había definitivamente dejado atrás su imagen de suburbio sin gran interés, fuera de la extrema diversidad de su población. Más cercano a Manhattan, el barrio de Astoria está a la vanguardia de este movimiento. Hay un nuevo restaurante o un nuevo bar que abre cada mes
, señaló Dixie Roberts, periodista freelance que trabaja para el sitio We Heart Astoria y vive muy cerca de Pomeroy.
Desde hace dos años y medio es increíble
, cuenta la chef Bo O’Connor.
Proliferan los gastropubs
Los gastropubs, término llegado del Reino Unido, proliferan a lo largo de las arterias que atraviesan Astoria, con elementos recurrentes: la barra, una decoración depurada, mesas de diseño, una iluminación intimista, muchas veces pisos de parquet. Y ahora en el plato se sirve sofisticación, cuando antes Queens ofertaba una tradicional cocina familiar.
El menú que ves aquí no lo encontrarás en ninguna parte de Queens. Todos los otros sirven la misma cocina tradicional
, dijo Sonny Solomon, propietario de Kurry Qulture y ex de Devi y Tulsi, dos restaurantes indios que han recibido estrellas en Manhattan.
Queremos elevar el nivel de la cocina vietnamita
, explicó por su lado Louis Leung, copropietario de District Saigon, que recibió un elogioso artículo del diario The New York Times en junio, sólo cuatro meses después de su apertura.
En Pomeroy, Bo O’Connor propone una cocina estadunidense con influencia de Corea, de donde proviene su familia, con muchas variaciones diarias. Conscientes de estar en un distrito popular, los recién llegados tienen precios superiores al promedio, pero buscan al mismo tiempo seguir siendo accesibles.
Hay un abanico muy amplio
, explicó O’Connor.