Ningún obstáculo es insalvable cuando hay voluntad, suelta el entrenador José Reynoso con la contundencia de un refrán. En el vaivén de ofertas para hacer realidad el combate entre Saúl Álvarez y Julio César Chávez Jr hay dos temas complicados: los porcentajes que ganarán ambos peleadores y el peso en el que subirían al cuadrilátero.

Para el entrenador del Canelo los dos temas son medulares en la negociación, pero no imposibles de resolver. Aunque hace un matiz, porque el que está en posición de elegir y poner condiciones es su peleador.

Álvarez es la máxima figura del boxeo mexicano, no hay duda, y eso nos da el privilegio de decidir lo que más nos conviene, dijo el Chepo Reynoso.

El más beneficiado con este combate sería Chávez, pero la pelea la quiere la afición y por atención deberíamos hacerla realidad, agregó.

En algún momento las carreras de ambos corrieron de manera paralela, como las figuras más prometedoras del pugilismo mexicano. Chávez tuvo altibajos que lo llevaron a hacer una pausa de casi tres años. En cambio Álvarez ascendió hasta convertirse en una de las figuras más populares a escala mundial.

Hace tiempo se hablaba de la posibilidad de este combate y ahora que Chávez regresó por la puerta grande sería bueno que de una vez se resolviera quién es el mejor boxeador en este país, dice Reynoso.

Pero de nuestro lado también hay interés, porque es una pelea que tiene todo para convertirse en un clásico, más allá del negocio que pudiera representar, abundó.

En el equipo del Canelo no hay presión, pues saben que detrás de él hay una estela de peleadores que quieren enfrentarlo. No sólo el que se ha convertido en su némesis, el kazajo Gennady Golovkin; incluso el entrenador Freddie Roach ha sugerido el deseo de que el filipino Manny Pacquaio podría pelear contra el tapatío.

“No sé si Freddie habló sobre el tema con Pacquaio, pero creo que más bien le gusta esparcir rumores, pero qué bueno porque eso refleja que hay interés por Canelo.

A ver qué pasa, nosotros tenemos planeado pelear en mayo, puede ser con Chávez o veremos quién nos conviene, comentó.

Además de los porcentajes que reclaman desde ambas trincheras, un escollo que deberán resolver es el de la diferencia de pesos. Álvarez –recordó Reynoso– tuvo su último combate en la división superwélter, en 154 libras, mientras Chávez regresó al boxeo en categoría supermedio, en 168 libras.

Es un tema importante, porque la pelea se realizaría arriba de las 160 libras, pero la gente de Golden Boy ya negocia el peso. Todo puede resolverse, indicó.

“No dudo que Canelo ganaría ese pleito, porque es un boxeador muy cercano a la excelencia, pero seguramente en el equipo de Chávez pensarán lo mismo y definitivamente demostró que tiene lo suyo. Es una pelea que merece la afición”, puntualizó.