ún para los más consumados negadores de la realidad queda claro quién es Trump y qué pretende. En mi artículo anterior me referí a la necesidad de vislumbrar con claridad la agenda de México frente a la política agresiva de Trump. Hay tres aspectos que afectan directamente a México: el muro, la negociación o el rechazo al TLC, y la expulsión de indocumentados.
El tema de los migrantes, me parece, es el espacio estratégico de la disputa que se generará con la nueva administración en parte puede ser el mejor camino para discutir el TLC a partir de los intereses de México para hacer efectivo el rechazo total al muro.
Migración. Es la batalla decisiva para México en el momento actual porque puede tener impactos diversos. Uno, sobre el desarrollo local y regional en varias zonas del país. Dos, sobre la gobernabilidad en México. Tres sobre el crecimiento económico del país.
Hacia fuera y de regreso. En los años 20 del siglo pasado en muchas regiones donde había movilizaciones campesinas para obtener tierras una táctica de disuasión de los grandes propietarios consistía en pagarles el desplazamiento de sus jornaleros para migrar a Estados Unidos. Después de la crisis de 1929 se generó una gran animadversión hacia los mexicanos y el mercado laboral se redujo generando una migración de regreso a México de más de 300 mil personas.
Migración y reforma agraria. El efecto de la expatriación es analizado en relación con la reforma agraria cardenista en una tesis de doctorado por Emily Sellars, Ensayos sobre emigración y política, Universidad de Wisconsin en Madison, 2015. Esta tesis demuestra que después de la crisis del 29 en los estados donde habían movilizaciones agrarias ésta se exacerbó y después la presión agraria en esos mismos estados disminuyó cuando el mercado laboral estadunidense se abrió para los migrantes como resultado de la Segunda Guerra Mundial.
Salida y voz. La autora empero llama a cautela sobre los efectos políticos complejos de la migración. El modelo icónico de análisis es el libro de Hirschman Salida, voz y lealtad (FCE, 1975). Pero ahí mismo se subrayan los efectos complejos de la salida y la voz cuando se trata de afrontar una organización defectuosa o decadente. En principio, la salida puede reducir la presión para cambiar esa organización y la voz puede aumentarla. Pero también puede suceder que la voz sea cooptada, y que la amenaza de salida puede inducir cambios para evitar la salida.
La operación espalda mojada. En 1954 ocurrió una nueva ola antimigrante que condujo a la captura y deportación de un millón de connacionales, según lo reportó el procurador general de Estados Unidos, Herbert Brownwell. Esta operación se presenta como un modelo de aplicación y acatamiento de las leyes de migración. Incluso Trump en su campaña electoral la mencionó como el ejemplo a seguir. Pero al menos el ensayo de Kelly Lyttle Hernández en 2006 (The Western Historical Quarterly) concluye que el procurador comete dos imprecisiones: sobre la fecha y sobre la na-turaleza de la operación.
Tiempo y cooperación. La operación a partir de un agresiva política de hostigamiento que incluía redadas, bloqueos de carreteras y expulsiones masivas –sobre todo en los estados del sureste estadunidense– empezó en los años 40 y 1954 debe verse como la culminación de esa campaña. Al mismo tiempo que se operaba esta política agresiva se mantenía el Programa Bracero, que permitía que un número determinado de mexicanos trabajaran por temporadas en el campo de Estados Unidos. Pero la operación de 1954 también es la culminación de una cooperación bi-nacional; es decir, con la participación del gobierno mexicano en esta operación. Las razones y bases legales de esta cooperación son importantes debido a los acontecimientos por venir.
A eso y a los impactos más recientes de programas públicos sobre la migración dedicaré mi último artículo del año.