El premio Nobel de Química 1995, el mexicano Mario Molina, señaló ayer que la Ciudad de México presenta grandes retos ambientales, porque la congestión vehicular ya es un problema serio, la calidad del aire es un asunto de salud pública y se debe medir mejor la emisión de partículas suspendidas, porque al respirar las más pequeñas penetran en los pulmones y afectan la salud de los niños.

Al participar en la Cumbre Infonavit 2016, el científico aseveró que es fundamental para el futuro diseñar ciudades con calidad de vida aceptable, donde las personas no tengan que viajar durante tres o más horas para llegar a su trabajo y regresar a su casa, porque se están provocando graves esquemas de contaminación.

Molina indicó que en esta ciudad diversas instancias han emprendido medidas para contener y bajar los niveles de ozono, regular el uso de los vehículos e introducir mejoras en el transporte público, como el Metrobús, que se copió de Bogotá, Colombia. Sin embargo, hay todavía mucho por hacer para reducir los niveles de emisión de contaminantes, como hacer mejor uso de la energía e incrementar las áreas verdes.

Señaló que el reto más importante de la sociedad es el cambio climático, ya que se está modificando la composición química de la atmósfera del planeta. De no detenerse este fenómeno, explicó, presenciaremos impactos extremos, como los huracanes, que cada vez son más frecuentes e intensos; más sequías, y el aumento de las ondas de calor, que han ocurrido de manera preocupante, lo que significa un importante riesgo para el mundo, sobre todo si la temperatura se eleva alrededor de 5 grados.

En ese acto también participaron Thomas Sargent, premio Nobel de Economía 2011, quien habló sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, y sostuvo que los intereses comerciales de Estados Unidos, Canadá y México no han cambiado desde que se firmó el acuerdo, por lo que debemos ser optimistas de que éste va a continuar.

También se refirió a los sistemas de seguridad social en el mundo y aseveró que los esquemas de jubilación obligatorios incluyen cláusulas y cosas muy truculentas, porque tienen mucho efecto en el mercado laboral de manera indirecta y los economistas ya están empezando a estudiar al respecto. Añadió que la privatización de los ahorros sociales es vulnerable a la tentación de que el gobierno regrese y los quiera nacionalizar una vez más.