El uso de robots amenaza millones de puestos de trabajo en los países en desarrollo, y México es uno de los más expuestos, particularmente en las industrias automotriz, electrónica y eléctrica, advirtió la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad).

Los robots reapuntalan la industria, pero socavan la ventaja que ofrecen los países en desarrollo en cuanto a bajos salarios, uno de los factores que toman en cuenta las empresas al elegir en qué país asentar sus plantas productivas, aunque también toman en cuenta la demanda, así como el crecimiento y tamaño de los mercados locales, de acuerdo con un informe del organismo.

De aumentar el uso de robots en los países en desarrollo existe el riesgo de que erosionen los costos laborales, porque podrán ser considerados una forma de capital y un sustituto de los trabajadores poco calificados, así que el número de estos últimos se reducirá, con efectos adversos en términos de empobrecimiento.

No obstante, la Unctad acotó que el uso de los robots industriales ha sido lento y hasta el momento son menores los efectos que han provocado en la economía debido a que hay una inversión tibia en el sector y la demanda mundial todavía es débil.

Países en desarrollo, más perjudicados que los avanzados

La Unctad refirió que, de acuerdo con el Banco Mundial, la proporción de trabajos que podrían experimentar la automatización laboral es significativamente mayor en los países en desarrollo que en los avanzados, e incluso muchos empleos ya han desaparecido y pueden afectar a dos tercios de los puestos de trabajo.

Pero el organismo reconoció que gran parte del debate sobre los impactos económicos de los robots sigue siendo especulativo, aunque afirmó que los robots han sido desplegados fundamentalmente en las industrias automotriz, eléctrica y electrónica.

Puntualizó que países en desarrollo, como México y muchos de Asia que se dedican a la actividad exportadora de los sectores automotriz, eléctrico y electrónico, son los más expuestos al uso de robots industriales. China, por ejemplo, ha comprado más robots industriales que otra nación desde hace tres años, y es probable que al finalizar 2016 supere a Japón como el mayor operador mundial de robots industriales.

Aunque usar robots puede traer nuevas oportunidades a los países y la tecnología de punta genera tanto riesgos como beneficios, los países deben evitar que aumente la desigualdad por la pérdida de empleos poco calificados.

Por lo tanto, la Unctad hizo la recomendación de que los países graven o impongan impuestos por el uso de los robots, sin dejar de aconsejar que los países en desarrollo deben abrazar la revolución digital e impulsar sus mercados locales. Con los robots la pequeñas empresas de los países desarrollados tienen posibilidades de incrementar su producción.