Martes 1º de noviembre de 2016, p. 2
Madrid.
Investigadores del King’s College de Londres (Reino Unido) han descubierto que el consumo de saltamontes, grillos u otros insectos puede ofrecer un aporte de nutrientes, particularmente de hierro, prácticamente similar al que proporciona la carne de vacuno.
Así se desprende de los resultados de un estudio publicado en la revista Journal of Agricultural and Food Chemistry, lo que confirma que los insectos podrían ser una alternativa más sostenible al consumo de carne y pescado y cubrir las necesidades nutricionales de algunos países.
Aunque en las naciones occidentales pueden resultar poco apetecibles, son parte de la dieta tradicional de aproximadamente 2 mil millones de personas, según un reciente informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, que también documentaba hasta mil 900 especies de insectos considerados fuente de alimentación a escala mundial.
Hierro, calcio zinc...
Diferentes estudios ya habían constatado que representan una importante fuente de proteínas, pero para poder considerarse sustitutivos de la carne deberían proporcionar algo más, como hierro, cuya deficiencia en muchas dietas puede acabar causando anemia, lo que se ha relacionado con déficit cognitivos o complicaciones en el embarazo, entre otros problemas.
Para ver si los insectos también cubrían esa carencia, analizaron el contenido mineral de saltamontes, grillos y algunos gusanos, así como la cantidad de nutrientes que absorbe el organismo al consumirlos, para lo que utilizaron un modelo de laboratorio que reproducía la digestión humana.
Así, vieron que los insectos tenían diferentes niveles de hierro, calcio, cobre, magnesio, manganeso y zinc. Los grillos, por ejemplo, tenían niveles más altos de hierro que los otros insectos, mientras minerales como el calcio, el cobre y el zinc están más presentes en saltamontes, grillos y gusanos.