Petróleos Mexicanos (Pemex) está siendo desmantelada a pasos acelerados, ya que a la par de los injustificados y arbitrarios cierres, paros, renta y venta de las refinerías, la empresa suma más de 32 mil trabajadores despedidos en lo que va de este sexenio, la mayoría de ellos transitorios, en tanto que miles de sindicalizados están en reserva y no tienen materia de trabajo.

La Unión Nacional de Técnicos y Profesionistas Petroleros (Untpp) informó lo anterior y sostuvo que se despide a miles de trabajadores de base, operativos y profesionistas, como ingenieros y técnicos; se recortó el presupuesto de Pemex para el próximo año en casi 30 por ciento; sin embargo se aumentará la nómina de altos directivos de la empresa para 2017.

En conferencia de prensa, el secretario de organización de esta unión, Moisés Flores Salmerón; la encargada de estudios y análisis, Silvia Ramos Luna, y Alejandro Corona, quien tiene a su cargo el área de relaciones y difusión, plantearon que el paro en seis plantas de la refinería de Salamanca es sólo un síntoma de que no hay voluntad para que sacar la empresa adelante, pues se prioriza la importación de gasolina y se deja a las refinadoras nacionales sin insumos.

La capacidad instalada de proceso del Sistema Nacional de Refinación es de un millón 602 mil barriles por día, en 2015 sólo se le proporcionó al mismo un millón 64 mil 300 barriles y en lo que va del año, esta cifra se ha reducido a un millón 10 mil, cada vez menos. Lo que quiere decir es que se está dejando de procesar el equivalente a dos refinerías, por lo que la importación de gasolinas es mucho mayor.

Flores Salmerón señaló que se está desmantelando la empresa a pasos acelerados, quieren destruirla para entregarla a los privados y la mayor evidencia de ello es que las refinerías de Pemex no son chatarra, tienen control distribuido, tecnología de vanguardia, tres de ellas acaban de ser reconfiguradas, sólo les falta mantenimiento y no les han proporcionado la materia prima suficiente para producir más gasolina y otros destilados.

A su vez, Ramos alertó que van a parar planta por planta hasta acabar con toda la refinación en el país, lo que es alarmante, ya que implica que quebrarán cadenas enteras de producción; se importará cada vez más productos refinados y Hacienda tendrá menos recursos. Dijo que es urgente que el Congreso designe el presupuesto suficiente a la empresa para el mantenimiento integral de toda su infraestructura y adquirir los insumos necesarios para su operación.

Plantearon que la salida de operaciones de diversas plantas genera afectaciones a comunidades enteras, como en Coatzacoalcos, Veracruz, ya que la empresa impulsaba la economía de las mismas.

Corona, por su parte, recordó que el pasado 30 de septiembre, en el pozo Paredón 34 de Agua Dulce, Veracruz, personas llegaron a extorsionar y amenazar a los trabajadores pidiéndoles dinero para dejarlos seguir operando.