El nuevo partido conservaría sus siglas
Domingo 25 de septiembre de 2016, p. 24
Bogotá.
Después de 52 años de lucha, que dejó más de 220 mil muertos en Colombia, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) dejarán de ser un grupo ilegal para hacer política en un escenario democrático.
Esa transición es uno de los elementos trascendentales del acuerdo de paz que se firmará el 26 de septiembre, pues representa un paso hacia el final definitivo de una confrontación que también ha dejado casi 6 millones de desplazados y 50 mil desaparecidos.
Es problable que, al renovarse, las FARC conserven sus siglas para convertirse en el Frente Amplio por la Reconciliación de Colombia.
Las FARC surgieron en 1964 con la transformación de unas autodefensas campesinas creadas a mediados del siglo XX en el contexto de una confrontación entre bandas de pistoleros vinculados a los partidos Liberal y Conservador.
Sus fundadores tenían una escasa formación militar. Uno de ellos, Pedro Antonio Marín, adoptó el alias de Manuel Marulanda Vélez, en homenaje a un dirigente comunista asesinado, pero sus compañeros lo llamaron Tirofijo por la precisión de sus disparos.
Así surgió una figura icónica de la guerrilla colombiana que murió en 2008 siendo el máximo jefe de las FARC. A pesar de la intensidad del conflicto, Tirofijo no murió en combate, sino de cáncer.
La primera negocación de paz de las FARC fue durante el gobierno del presidente Belisario Betancur (1982-1986), que alcanzó a llegar a la declaración de una tregua y la creación de un partido político, la Unión Patriótica (UP).
Las negociaciones se rompieron en medio de acusaciones mutuas de incumplimiento de la tregua y por los ataques de grupos paramilitares de ultraderecha contra la UP.
A finales de los años 80, las FARC formaron la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar (CGSB) junto con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y otros grupos ya extinguidos como el Ejército Popular de Liberación (EPL), el Movimiento 19 de Abril (M-19), el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y el Quintín Lame.
En el gobierno del presidente Andrés Pastrana (1998-2002), las FARC iniciaron otro proceso de negociación que incluyó la cesión a la guerrilla del control de una zona de 42 mil kilómetros cuadrados.
El diálogo se rompió tras denuncias de que los rebeldes usaron esa zona para ocultar secuestrados y traficar armas y drogas.
Fue en 2012, ya en la actual administración de Juan Manuel Santos, que se inició otra negociación de paz en Cuba, que terminó el pasado 24 de agosto con la divulgación del acuerdo final, que será firmado este lunes.